Narra Emma:
Cuando abrí los ojos y miré la hora, salté de la cama. La alarma
no había sonado y nos habíamos quedado dormidos. Se suponía que teníamos que
habernos despertado mucho tiempo antes para prepararnos. Faltaba muy poco para
el concurso en donde íbamos a cantar y
presentar uno de nuestros temas. Pasé por el baño y luego le acaricié la
espalda a Santino para que se despertara pero siguió en su sueño.
-¡Santino!- le grité mientras intentaba vestirme lo más rápido
posible.
-¿Qué pasa?- me preguntó mirándome con los ojos achinados.
-Que nos quedamos dormidos, ya tendríamos que estar en el
lugar.-le respondí hablando rápido y terminando de cambiarme.- Levántate, dale.
Me miró con cara de no entender la situación y como vi de reojo
que estaba por darse media vuelta y seguir durmiendo, le revolee algo.
-Auch.- se quejó clavándome la mirada.- ¿Por qué no sonó la
alarma?
-No sé, ni idea.- le respondí peinándome.- ¿Vas a seguir ahí tranquilo
acostado?
-Despertarme es todo un proceso.-me respondió- Tranquila,
tranquila, ya me estoy cambiando.-agregó levantándose al ver que le estaba por
lanzar otra cosa.
Agarré todo lo que necesitábamos y revisé no estar olvidándome de
nada.
-¿Tenemos que pasar a buscar a Tania?- se interesó mientras
salíamos del departamento.
-No, no viene al final.-le contesté.-Me mandó un mensaje diciéndome
que se sentía mal, está con náuseas.
Narra
Santino:
El concurso fue una experiencia increíble, me gustaba y me
entusiasmaba esta nueva etapa. Si cantar era algo que amaba, hacerlo con mi
novia, mucho más aún. Lo disfrutaba demasiado. Además era la primera vez que
cantaba una canción producida por mí, bueno, por los dos. Esas miradas que cruzábamos
en el momento y que sólo nosotros entendíamos…era algo inexplicable.
Volvimos al departamento contentos y riéndonos por cualquier cosa. De repente vi que Emma cambió la cara cuando miró la pantalla de su celular.
Volvimos al departamento contentos y riéndonos por cualquier cosa. De repente vi que Emma cambió la cara cuando miró la pantalla de su celular.
-¿Qué pasó?- me preocupé.
-Tengo demasiadas llamadas perdidas de Tania.-me respondió
extrañada.-Esto es raro.
-¿No hay ningún mensaje?-me interesé.
-No.-dijo revisando.- Ahora la llamo.
Ni llegó a marcar el número que sonó el timbre. Abrí la puerta y
me encontré con Tania petrificada y con los ojos vidriosos. Intercambié miradas
con Emma y me encogí de hombros. Las iba a dejar hablar solas pero a mí también
me preocupaba.
-¿Qué pasó, rubia?-la interrogué.- ¿Estás bien?
Me miró primero a mí y luego desvió su mirada a Emma. Percibí
cierto temblor en su cuerpo.
-Eu, me estás preocupando.-dijo Emma.- ¿Por qué lloras?-agregó
al ver la lágrima que se rodaba por su mejilla.
-Esta vez sí.- fue lo único que llegó a responder.
-¿Esta vez sí…?.-dijo Emma y dejó la frase en el aire al
reaccionar.-Ay Tania.-pegó un grito que casi me deja sordo.
Al parecer yo era el único que no entendía la situación.
-Estoy embarazada.-soltó con una mezcla de tristeza y alegría, y
la miré a Emma con los ojos como platos.
-¡¿Qué?!- pegué un grito sorprendido.
Narra Emma:
Al principio no entendía de qué demonios hablaba. Pero cuando me
encontré con su mirada comprendí a qué se refería, y me corrió un escalofrío
por el cuerpo. No sabía bien si era el momento indicado, y más ahora que
estaban separados. Pero de todas formas la llegada de un hijo era una
bendición, y algo hermoso. Corrí a abrazarla y se me llenaron los ojos de
lágrimas. Tania era como una hermana para mí, esa que nunca tuve. Y sentía como
si la criatura que iba a llegar en meses al mundo, era mi sobrino.
-Te felicito.-dijo Santino cuando la solté, y la abrazó él.
Cuando pasamos esa etapa de emoción y sorpresa por la noticia,
nos sentamos en los sillones del living.
-¿Vos cómo te sentís con esto?-la interrogó Santino.- ¿Bruno ya
sabe?
-No la presiones.-interferí, en defensa de mi amiga.
-Estoy muy sensibilizada con todo esto.-dijo aún con los ojos
vidriosos.-Todavía no hablé con él, ni sé cómo se lo voy a decir.-suspiró.- Me
da miedo su reacción.
Como si lo hubiésemos llamado con la mente, el celular de
Santino comenzó a sonar, y era un aviso de que Bruno estaba en Skype. Tania se
puso pálida.
-Tranquila, va a estar todo bien.-le guiñó ojo Santino dándole
el celular.
La dejamos sola para que pudieran hablar tranquilos. Igualmente
nos quedamos en la escalera, queriendo escuchar la conversación. Santino se
encontraba atrás mío, y rodeó mi cintura con sus brazos, pegándome a su cuerpo.
La reacción de Bruno fue mucho mejor que la que creímos. Estaba muy emocionado
y feliz. Escuchar esa conversación hizo que nos desarmemos de ternura.
-Parece que vamos a ser tíos.-me susurró Santino en el oído y
dejó un beso en mi mejilla.
Narra Santino:
Llegó la noche y nos encontró acostados en la cama mirando la
televisión. Hoy había sido un día con muchas emociones. Todavía seguíamos movilizados
por la noticia del futuro bebé. Luego de que Tania habló con él, hablé yo y lo
felicité y lo interrogué acerca de todo lo que sentía. Seguía sin poderlo
creerlo y me repetía todo el tiempo “voy a ser papá”. Y a mí me daban ganas de
traspasar la pantalla y abrazarlo.
-¿Qué fue eso de “esta vez sí”?- le pregunté a Emma, recordando.
-¿Qué?-me dijo haciéndose la que no entendía de qué hablaba.
-Lo que dijo Tania.-le respondí.- ¿Hubo un episodio anterior a
este en el que dudó de si estaba embarazada?
Permaneció en silencio.
-¿Por qué yo no me enteré?- le reproché.- ¿Vos también vas por
ahí haciéndote test de embarazo?
Largó una carcajada y la miré extrañado.
-Perdón, fue muy graciosa tu expresión.-me dijo con risa
retenida.- No, amor. Yo me cuido y sé que no voy a estar embarazada hasta el
momento que quiera…que ambos queramos.
-Y ante cualquier duda tenés que contarme siempre.-le dije con
seriedad.
-¿Estás con ganas de ser papá?-me interrogó.- No te contagies
porque no va a pasar todavía.
-Solo te digo por las dudas.-le respondí.-Para que sepas que
siempre tenés que confiar en mí.
-Ya se, mi amor.-me dijo acariciándome la mejilla.-Siempre
confío en vos.
-Te amo, y mucho.-solté sosteniéndole la mirada.
-Yo también te amo.-me respondió mirándome.-Muchísimo.-agregó
besándome.
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