Narra Emma:
Al volver al departamento me encontré con Santino sentado en el sillón
del living con la guitarra entre sus manos. Me acerqué, sentándome a su lado y
apoyando mi cabeza en su hombro.
-¿Todo mal?-me preguntó dejando la guitarra a un costado.
Asentí con la cabeza y me abrazó.
-Me odia.-me limité a decir mientras me hundía en su pecho.
-No te odia.-me contradijo.- Sólo está enojada.
-Me dijo cosas horribles y cortó con nuestra amistad.-le dije separándome
del abrazo.-No pensé que te quería en serio.
-No creo que sea tan así.-me dijo.-Ya se le va a pasar, dale
tiempo.
Narra Santino:
Me encontraba mirando televisión en el living. Emma se había acostado a
dormir en mi cama ya que no se sentía muy bien. Estuve un rato mirando un
programa hasta que sonó el timbre. Apagué y me dirigí a la puerta a abrir.
Ingresó Bruno que al verme me abrazó fuerte y luego se fue caminando en zig zag
al living. Me quedé parado al lado de la puerta estudiando los movimientos de
mi mejor amigo, este chico estaba muy mal.
-No, no.-le dije cerrando la puerta y acercándome.-Bájate ya de ahí.
Estaba saltando arriba de mi sillón y bailaba. Como vi que no me prestaba
atención, lo agarré del brazo y lo bajé a lo bruto.
-¿Qué carajo te pasa, boludo? -le pregunté.
-La vida es hermosa, hermano.-me dijo agarrándose de mí y su aliento
largó un olor a alcohol insoportable.
-¿Seguís borracho?-le pregunté confundido.
De repente miró la lámpara y se tapó los ojos y empezó a gritar.
-La luz está muy fuerte, me está matando.-se quejó.-Apagala.-comenzó a
gritar.
-Cálmate y baja la voz que está Emma durmiendo.-le pedí y lo seguía
mirando extrañado.
Se destapó los ojos y se empezó a reír de la nada. Esto ya me daba un mal
presentimiento.
-Quédate quieto.-le dije agarrándolo y mirándolo.-Mírame a los ojos.
Sus ojos estaban irritados y sus pupilas dilatadas. Por un momento se
mareó y se agarró más de mí.
-¿Qué consumiste?-lo interrogué mirándolo fijo.-¿Estás drogado,
Bruno?-insistí ante su silencio.
Se soltó y se pasó las manos por la cara.
-Tranquilo.-me dijo en un estado de paz.-Estoy en un buen viaje.
-¿Consumiste pepa?-le pregunté preocupado y apenas asintió con una
sonrisa.
-La puta madre, Bruno.-me quejé levantando la voz.-¿Hace cuantas horas?
-Que se yo.-respondió y suspiré con fastidio.
Se volvió a subir al sillón y empezó a gritar como un loco. Lo volví a
bajar e hice que me mirara a los ojos.
-Te calmas porque vas a despertar a Emma.-le dije con bronca apretando
los dientes.-Una baranda a porro tiene tu ropa.-agregué alejándolo de mí
asqueado.
-Alcohol, drogas y rock and roll.-me dijo riéndose.
De repente escuché pasos provenientes de las escaleras y al darme vuelta
me encontré con Emma, que nos miraba expectante.
-Compórtate como una persona sobria y civilizada.-le dije en voz baja a
Bruno.-¿Te sentís mejor?-agregué en tono normal, dirigiéndome a Emma.
-Sí, ya estoy mejor.-respondió.-¿Qué pasaba que gritaban?
-No, nada importante.-mentí.-Nos estábamos divirtiendo con Bruno.
-Perdón que no te saludé.-se disculpó y se acercó a él para saludarlo.
-¿Todo bien, Emma?-se interesó él.
-Sí.-llegó a responder ella y al segundo lo tenía a él como una garrapata
abrazándola.-¿Vos estás bien?-agregó extrañada.
-Muy bien.-le respondió.-Y más viéndote a vos...estás muy buena
eh.-agregó y me despeiné nervioso.
-¿Qué le pasa?-me preguntó preocupada Emma.
-Nada.-le mentí.-Capaz le quedó un poco el efecto del alcohol.
-¿A quién le quedó efecto de alcohol?-se interesó él y le clavé fijo la
mirada.-Yo estoy re pasado de...
-De felicidad.-lo interrumpí rápido.-Está pasado de felicidad.-repetí
pero Emma cada vez entendía menos.
-De felicidad de verte.-le dijo acercándose a ella.-Si no fueras la mejor
amiga de mi novia y la novia de mi mejor amigo...-hizo una pausa.-que loco
eso...-agregó pensativo.-bueno si no fueras eso, sabes como...
-Bueno, listo.-dije agarrándolo del cuello y obligándolo a callarse.-Te
vas a dormir que debes estar cansado.
Lo dirigí a las escaleras y lo obligué a subir, pero a la mitad se frenó
y comenzó a golpearse la cabeza contra la pared.
-Dale, estúpido.-lo reté frenándolo.-Subí que voy a ver si hay algo para
cortarte el efecto.
Narra Emma:
Bueno, todo había sido muy extraño. Me quedé sola en el living por un
largo rato.
Narra Santino:
Me quedé en mi habitación con Bruno esperando que se le vaya el
efecto de la droga y se durmiera. Antes de que eso sucediera lo tuve que
aguantar en ese estado de inconsciencia, y tuve que escuchar todas sus
incoherencias. Y hasta calmarlo cuando enloquecía. Las cosas que uno tiene que
hacer por su mejor amigo...
Narra Emma:
Lo vi a Santino bajar las escaleras y me acerqué.
-¿Me podes explicar que está pasando?-lo interrogué.-No me
mientas.-agregué antes de que abriera la boca.
-Mezcló drogas y alcohol.-me respondió finalmente, estudiando mi
reacción.
-¿Drogas?-le pregunté sin entender.-¿Bruno está drogado?
-Consumió pepa y marihuana.-me respondió.-La pepa es LSD, una droga que
dura entre 8 y 12 horas.-me aclaró al ver mi expresión.
-Nunca escuché hablar de esa droga.-le dije.-¿Y cuales son los efectos?
-Se consume mucho en viajes de egresados para aguantar todas las noches
de boliche porque hace que te mantengas despierto y con energías por muchas
horas. Además es una droga que no genera adicción.-me respondió.-Igual no digo
que esté bien consumirla, que no genere adicción no significa que no te haga
mierda.-me aclaró.
-¿Consumís vos?-le pregunté con miedo a la respuesta.
-No.-respondió e hizo una pausa no estando muy seguro de lo que iba a
agregar.-Sólo la probé dos veces hace cuatro años en el viaje de egresados.-me
dijo.-Y la segunda vez la pasé muy mal, pero no quiero hablar del tema.
-¿Por qué?-me interesé.
-No importa.-se limitó a decir.-Y Bruno tampoco consume, ni eso ni fuma
marihuana. Esta vez no sé que pasó.
-¿Tengo que creerte?-le pregunté dudando.
-Sí, te estoy diciendo la verdad.-insistió.-Y tampoco le cuentes esto que
viste recién a Tania, por favor.
Iba a responderle pero un ruido proveniente de la habitación interrumpió
la conversación.
-Voy a fijarme.-me dijo encaminándose a las escaleras.
-Bueno, yo voy a la cocina a buscar algo para tomar.-le dije y lo perdí
de vista.
Narra Santino:
Al entrar a la habitación vi a Gala acostada al lado de Bruno.
Seguramente había provocado ella el ruido al entrar la habitación.
Probablemente había chocado con algo.
Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina donde me encontré con Emma
tomando un vaso de jugo. La abracé por atrás.
-Fue Gala que se llevó algo por delante.-le comenté y besé su mejilla.
Dejó el vaso en la mesada y se dio vuelta, pasando sus manos por mi
cuello.
-¿Te sentís bien ya?-le pregunté.-Sino te podes acostar en el sillón.
-Me siento bien, en serio.-me respondió.
-Que lástima.-acoté.-Yo te iba a curar con muchos mimos y
besos...-agregué acercándola más a mí.
-En ese caso...creo que me sigo sintiendo mal.-me dijo y sonrió.
Le sonreí y comencé a besarla.
Narra Emma:
Nos estábamos besando y su celular comenzó a sonar. Se separó de mí al
mismo tiempo que lo sacaba del bolsillo de su pantalón y atendía. Por lo que
llegué a escuchar estaba hablando con Jazmín. Pasó su mano por su cara y le
hizo un par más de preguntas mientras yo intentaba descifrar lo que pasaba.
-Hoy es la fiesta de casamiento de mi prima. Se me re pasó.-me dijo al
cortar.-Son esos eventos que te dicen con tanta anticipación que después se te
olvida.
-¿Cuándo se casó?-me interesé.
-Se acaba de terminar de casar.-le comenté con culpa.-Pero para la fiesta
llegamos.-agregó luego de mirar la hora.
-¿Perdón?-lo miré extrañada.-¿Llegamos?
-Sí, vos vas a venir conmigo.-me respondió con seguridad.-¿En una hora
estás lista?
Me lo quedé mirando como si lo que me estaba pidiendo era una locura. Y
no lo decía justamente por lo del tiempo de prepararme.
-¿Qué pasa?-me preguntó al ver que me había quedado pensativa.
-No estoy invitada.-le respondí aunque no era eso lo que me
preocupaba.-Va a faltar un lugar.
-Uno de mis primos no va a ir, así que el lugar está.-me contestó.
Sentí su mirada presionándome para que le diera una respuesta. No sabía
bien como explicarle lo que me preocupaba.
-¿Cómo me vas a presentar ante tu familia?-le pregunté un poco nerviosa.
-Como mi novia.-me respondió con tranquilidad.-Lo de amantes no da
decirlo.-agregó luego de un silencio.
-¿No nos estamos apurando?-le pregunté insegura.
Se acercó más a mí y me miró a los ojos.
-No, tranquila.-me dijo y me corrió el pelo de la cara.-Va a estar todo
bien.
-Bueno, está bien.-le dije y le sonreí, aunque no estaba del todo
convencida.
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