Narra Santino:
Me quedé inmóvil
y tragué saliva. No me esperaba para nada esa pregunta, me agarró totalmente de
sorpresa. ¿Y ahora qué le respondía? ¿Cómo le explicaba la situación sin que se
hiciera la cabeza? Estaba acorralado y en realidad no tendría por qué estarlo,
no había pasado nada ni tampoco iba a pasar.
Retrocedí
lentamente y me di vuelta, encontrándome con su mirada llena de interrogantes y
esperando una respuesta sincera.
-¿A qué viene la
pregunta?-fue lo único que me salió decir, y me sentí un idiota.
-Hoy estuvo acá,
es una mujer pelirroja.-me respondió.-Vino a traer tu billetera, que por lo que
me dijo te la olvidaste a la mañana.
Recién me
enteraba que no llevaba conmigo la billetera, no podía ser más colgado.
-¿Quién es,
Santino?-insistió ante mi silencio.-¿En dónde te olvidaste la billetera?
Suspiré al mismo
tiempo que me despeinaba el pelo, nervioso. Le tenía que decir la verdad,
aunque era algo muy difícil de creer, sobretodo para una mente tan insegura
como la de Emma.
-Ayer con Bruno
fuimos a entrenar un rato antes que el resto del equipo. Y apareció esta chica
con otra, y nos dijeron que necesitaban la cancha para jugar al handball.-hice
una pausa.-Creo que era handball, ya no me acuerdo. Bueno, cuestión es que
nosotros también la necesitábamos, entonces nos desafiaron un partido de
fútbol.
Me miraba
atentamente con los brazos cruzados como estudiando cada una de mis palabras.
-Jugamos un dos
contra dos.-le expliqué.-Claramente le ganamos nosotros y nos quedamos con la
cancha. Y bueno, ahí nos dijimos nuestros nombres.
Permaneció en
silencio y me hubiese encantado poder leerle los pensamientos.
-¿Y te dijo algo
más?-me interesé temiendo a la respuesta.
-Que te diga que
quiere una revancha.-me respondió aún analizando la situación.
-Eso lo dijo por
el partido, porque le ganamos.-le expliqué y me miró como si fuese algo obvio.
-Todo eso lo
entendí, pero hay algo que no me cierra...-acotó e hizo una pausa.-¿En dónde se
vieron hoy a la mañana y por qué tenía tu billetera?
Eso sí era más
complicado de explicar. Y ya no podía evitar que se hiciera la cabeza o impedir
que la invadieran los celos.
-Me la encontré
hoy en la puerta de la facultad, no sé si fue casual o causal.-le contesté.-Y
se me acercó a hablarme y no sé, se ve que después se me cayó la billetera. Yo
de eso no me di cuenta.-agregué ocultando partes.
-No te la creo si
me decís que esa flaca va a la facultad, sin ofenderla.-le dije.-Sé
completamente sincero.
Caminé hacia
donde estaba, acortando la distancia.
-Mi amor, no
quiero que te empieces a hacer la cabeza y te pongas mal por algo que no tiene
ningún sentido.-le dije apoyando mis manos en su cara.
-Quiero la
verdad, en serio.-me dijo sacando mis manos y dando un paso para atrás.
-Me vino a ver a
la facultad porque le gusto y está desesperada, quiere que le de bola.-le
respondí.-¿Contenta?
-No.-se apresuró
a contestar.-Si tenes que elegir entre ella y yo, es obvio que salgo perdiendo.
Narra Emma:
Y me arrepentí al
instante de haber dicho eso. Me odié por ser tan sincera. Era algo que sentía,
sí. Pero no quería que él lo supiera.
-Es que yo no
tengo nada que elegir. Yo estoy enamorado de vos y estoy feliz de estar a tu
lado.-me respondió.
Permanecí unos
segundos en silencio. No quería que se volviera a repetir la misma historia que
había tenido con Benjamín.
-¿Por qué me
mentiste?-me interesé.
-No te mentí,
amor.-me respondió rápido.
-Mentir...ocultar...da
igual.-le expliqué.-Sabes bien lo que sufrí en mi relación anterior por ese
tema.
-Me está cansando
un poco que siempre te pongas en el papel de víctima y que traigas tu relación
con Benjamín en cada discusión.-me respondió molesto.-Si te mentí u oculté esto
es porque sabía que te ibas a poner así.-agregó e hizo una pausa.-Yo no tengo
la culpa de que seas una insegura de mierda.-escupió con bronca.
-¿Ahora la culpa
la tengo yo?-le contesté muy molesta.-Me mentís y me seguís ocultando cosas
porque sé que hay cosas que seguís sin contarme...y la culpa la tengo yo, ¿no?
Suspiró
fastidioso y se sacó la camisa, apoyándola en su hombro.
-Me quiero ir a
bañar, Emma.-me dijo mirándome con cansancio y dándose vuelta para ir hacia la
escalera.
-Estamos
hablando.-le dije y se volvió a dar vuelta y posó sus manos en su cintura.-Una
relación sin confianza no funciona.
-Eso está
claro.-me dijo.-Pero si cada cosa que te cuento te vas a poner perseguida y
hacerte la cabeza...yo prefiero no contarte nada.
-Ay Santino,
¿podes dejar de echarme la culpa y hacerte cargo?-subiendo el tono de
voz.-Estoy harta de ser la imperfecta, la que tiene problemas, la culpable de
todo en esta relación. No sos perfecto vos, eh. Estoy cansada de bancarme mil
situaciones por culpa del problemita que tenes con querer quedar bien con todo
el mundo. Te metes en quilombos porque no sabes decir que "no". Es
inevitable que lastimes a alguien con cada decisión. Y te juro que no
desconfío, te amo con el alma y se que vos también, y que no me lastimarías.
Pero no quiero bancarme ciertas situaciones que capaz después terminan siendo
una infidelidad "sin querer". Porque no queres lastimar pero terminas
lastimando igual. ¿O por qué crees que Josefina llegó a "enamorarse"
de algún modo de vos? Porque no la frenaste a tiempo, porque por no querer
lastimarla la terminaste ilusionando, y fue peor. Y así te pasa con todas las
mujeres. Y con esta no creo que sea la excepción. Me encanta que seas buena
persona y lo valoro, pero no te vayas al extremo, no podes quedar bien con
todos, en serio. Aprende a poner límites, a decir lo que pensas y a decir que
no. Me cansé de ser siempre "la pobre Emma que hay que ayudarla" y
que vos seas el santo. No es así. Y yo estoy mucho mejor, de a poco voy
mejorando. Ya conseguí trabajo, y estoy siendo más independiente.
Tranquilamente podría terminar con esta relación, alquilarme algo y vivir mi
vida. Pero estoy con vos porque te amo, porque me encanta estar con vos y
porque te elijo. Ya el problema no soy yo. A mi no me da celos que te hables
con otras mujeres, me preocupa que no sepas ponerles límites y que me termines
mintiendo.-me desahogué.
Se me quedó
mirando sin decir nada y se le aflojó todo el cuerpo. Se quedó dubitativo.
-Te amo.-fue lo
único que pudo decir y me agarró la mano derecha.
-Yo también te
amo.-le dije y suspiré.-Pero no soporto más esta situación.-agregué soltándole lentamente
la mano.
Agarré mi copia
de llaves y me dirigí a la puerta.
-¿A dónde vas?-se
interesó persiguiéndome.
-A tomar un poco
de aire.-le respondí dándome vuelta y acariciando su rostro.-Necesito estar
sola y pensar.-agregué y desaparecí.
Narra Santino:
La dejé ir
sintiendo que la estaba perdiendo. Tenía razón en todo lo que había dicho. No
era fácil aceptar tampoco que el problema era mío, nunca me quise hacer cargo
de eso, o quizás nunca fui del todo consciente de lo que provocaba con mis
actitudes. Me fui a bañar y me quedé bastante tiempo bajo la ducha
reflexionando.
Al salir del
baño, me cambié y bajé a buscarme algo para tomar. Cuando pasé por el living me
encontré con un cuadro que supuse que había pintado Emma al ver los acrílicos y
pinceles cerca. Lo agarré con las dos manos y lo observé. Era un paisaje de un
atardecer y una sombra de dos personas abrazadas; debajo reposaba una frase
escrita en blanco: "Always together". Cerré los ojos y sonreí. Estaba
orgulloso de Emma, de a poco iba cambiando. Se estaba valiendo por sí misma y
haciendo todas cosas que le gustaban. Busqué un bien lugar en la pared y colgué
el bastidor.
Narra Emma:
Luego de caminar
varias cuadras y despejar un poco mi cabeza, volví al departamento. Al entrar
escuché el sonido de la guitarra que provenía de la habitación. Subí las
escaleras evitando hacer ruido y lo encontré de espalda tocando unos acordes.
Avancé lentamente ubicándome atrás de él y rodee su cuello con mis manos,
dejando un beso en su mejilla.
Dejó la guitarra
y giró hacia mí.
-Tenes razón en
todo lo que dijiste. Te prometo que voy a cambiar.-me dijo sincero.-¿Me
perdonas?
-Sí, mi amor.-le
respondí.-Pero no me ocultes más las cosas.
-Nunca más.-me
aseguró agarrándome de la cintura y acercándome a su cuerpo.-Vamos a ir
mejorando juntos.
Me besó y me dejé
llevar.
-¿Me tengo que
teñir de pelirrojo o así te gusto?-le dije para bromearlo y lo miré divertida.
-Mmm, te podrías
teñir.-me la siguió y le pegué.-Mentira. Me encantas así. Sos mil veces más linda.-me
dijo riéndose y haciéndome caer a la cama debajo de su cuerpo.
Me empecé a reír
debido a sus cosquillas. Luego frenó y se acercó a mi oído.
-Always
together.-me susurró y sonreí, sabiendo que había visto el cuadro.
-Te amo
tanto...-acoté y me respondió con miles de besos.
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