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sábado, 21 de junio de 2014

Capítulo cincuenta y siete


Narra Emma:

Nos dirigimos a la recepción donde se encontraban bastantes personas.  Visualizó a su familia y me soltó para abrazarlos. A medida que iba saludando me iba presentando, menos a dos de sus hermanas que ya me conocían. Todos me sonreían y me saludaban con afecto. 
Manuel era su hermano más grande, tenía 26 años. Tenía buena altura y una elegancia que se veía a simple vista. Físicamente era parecido a Santino, aunque tenía rasgos muy distintivos. Y por lo que me comentaron, en cuestión de gustos eran muy opuestos. Al presentarme, me saludó con una cálida sonrisa y me trató respetuosamente.
Mora era su hermana más chiquita. Era una tierna niña de 7 años, con un pelo rubio ondulado y unos ojos color pardo. Me miraba con simpatía y rodeaba la cintura de Santino con sus brazos. 
Nos quedamos hablando un rato entre todos. 


Narra Santino:

Mi mamá no le sacaba los ojos de encima a Emma. Pero no la miraba mal, al contrario, la observaba con una sonrisa de aprobación. Se empezaron a dispersar todos y Emma me acompañó a buscar un aperitivo. 

-Me da vergüenza esto.-me dijo pero justo me encontré con uno de mis primos que me empezó a hablar. 

Ingresamos al salón y buscamos la mesa en la que estábamos ubicados. Nos sentamos junto a mis hermanos y primos. Emma se sentó en el medio de mí y  de Jazmín. 


Narra Emma:

El lugar estaba perfectamente ambientado. Observé cada detalle bien pensado. El centro de mesa estaba muy lindo también. Todo me hacía recordar a los preparativos de mi casamiento. 

-¿Qué me decías antes, amor?-me preguntó Santino de repente.

-No, nada.-le dije arrepintiéndome de lo dicho.

Las luces se apagaron y la atención de todos los presentes se centró en una pantalla grande en donde se pudo ver como un auto antiguo con un moño blanco estacionaba en la puerta del salón. El chofer, quien vestía un traje especial, se bajó y abrió la puerta trasera del vehículo, haciendo bajar a los  recién casados.  


Narra Santino:

Mi prima llevaba un vestido blanco con una larga cola. Y su marido un traje negro sofisticado y en la solapa del saco llevaba una flor. 
La pantalla se apagó y los reflectores se dirigieron hacia la puerta donde ingresaron al mismo tiempo que sonaba una música. Caminaron hasta el centro del salón y todas las miradas quedaron clavadas en ellos. Desvié mi mirada buscando entre la multitud los ojos de mi tía y al encontrarlos vi mucha emoción y maquillaje corrido. Por lo que me comentaron, estaba emocionada desde la ceremonia. 


Narra Emma:

Sonó el vals y comenzaron a bailar en el medio de la pista mientras todos los mirábamos, y algunos se levantaron de sus sillas y se acercaron. Los miraba con una sonrisa imborrable, me transmitían la sensación de un amor verdadero. Él la miraba de forma especial, se perdía en su ojos y lo disfrutaba, como si quisiera llenarse de ella. Y ella lo miraba con ojos brillosos y mirada profunda, y su mano derecha se sumergía en la hombrera de su traje. Vi como poco a poco todos las personas se iban sumando a bailar esa pieza, y me puse a apreciar ese hermoso cuadro. Hasta que la mano de Santino sobre la mía me sacó de los pensamientos. Cuando pude reaccionar nos encontrábamos entre la gente bailando y siendo parte de la escenografía. Su mano en mi cintura, la mía en su hombro, mi otra mano entrelazada con la de él en el aire. Me dejé guiar por él y mientras nos movíamos al son de la música, busqué su mirada y le regalé una sonrisa. 


Narra Santino:

Nos dirigimos a la mesa a comer el primer plato. Estuve charlando con todos mis primos y hermanos. Me sentía muy feliz de poder estar disfrutando una noche junto a mi familia, y junto a mi novia que ya se había integrado. Nos reíamos mucho, todos. En cada mesa había una cámara de fotos. Era una buena idea para que los invitados se saquen fotos y les quede de recuerdo a los casados, con Emma nos copamos y nos sacamos varias haciendo caras raras.


Narra Emma:

Hubo un montón de momentos lindos en la fiesta, y muchas sorpresas también, tanto para los invitados como para los protagonistas. Era la noche soñada. Y claramente, como toda mujer, me imaginaba y fantaseaba con algún día casarme y tener una fiesta parecida. Luego de varias tandas de música, platos de comida y videos, llegó una parte especial. Apareció una banda y nos brindó un show extraordinario. Después Santino se ofreció a cantar y al subir a un especie de escenario y dedicarle unas palabras a su prima y su pareja, deslumbró a todos con su increíble voz y su envidiable inglés. Cantó un par de canciones y logró captar la atención de cada persona ahí presente. 

-¿Te traigo un balde?-me bromeó Jazmín.-Se te cae la baba. Te tiene embobada mi hermano.-agregó y rió; reí también.

-Es un divino tu hermano.-le comenté.-Y canta muy bien.

Terminó de cantar y el salón estalló de aplausos. Bajó y fue al encuentro de su prima quien se acercó para abrazarlo.

-¿Por qué no vas a cantar vos?-me preguntó Jazmín y la miré extrañada.

-¿Qué? No.-dije y reí nerviosa.

-¿Por qué? Cantas re bien.-insistió.-Yo te presento.-agregó levantándose de su silla.

-No, Jaz.-le pedí.-No me animo, no soy de la familia.

-Anda pensando la canción porque cantas.-me dijo decidida y se encaminó a esa especie de escenario que habían armado.

Miré hacia donde estaba Santino. Se encontraba de espaldas y conversando con unos familiares. Vi a Jazmín decidida casi llegando a agarrar el micrófono. Suspiré y acepté la idea, aunque me generaba ciertos nervios. La hermana de Santino pidió la atención de todos y anunció que yo iba a cantar. Para ese entonces ya se me había ocurrido una canción, que no iba dirigida solamente a los homenajeados, sino que también se la dedicaba a Santino. 


Narra Santino:

Me sorprendí al girarme y ver que Emma estaba por cantar. Visualicé una silla libre cerca de la mesa en donde me encontraba conversando y me senté. Me buscó con su mirada y al encontrarme le sonreí, para darle seguridad.


Narra Emma:

Sentí todas las miradas en mí y me senté en una silla alta, enfrentada al micrófono. Jazmín me alcanzó una guitarra e intenté que no me invadieran los nervios. Me presenté y dije unas palabras, para luego tomar aire y empezar a cantar.

Llegas, se acabó una larga espera 

este invierno es primavera porque llegas ... 

y me abrigo en ti. 

Llegas, cuando no creía en nada 

como luz de madrugada es cuando llegas ... 

y me refugio en ti. 



Y así, vas cubriendo el frío con amor 

vas, haciéndome sentir mejor 

porque llegas 

encendiendo el corazón. 


Narra Santino:

No podía ni quería sacarle la mirada de encima. Y cuando sus ojos se encontraban con lo míos, el pecho se me llenaba de felicidad. Su voz era suave y dulce, una caricia para mis oídos. 

Haces que mi alma sienta amor de nuevo 

haces que a tu lado ya no sienta miedo 

haces que me entregue con cada latido
y que no quede ni un segundo sin estar contigo. 



Haces que mi corazón ya no esté ciego
porque puedo ver en ti que esto es amor sincero, 

haces que te quiera más, 
un poco más 

llegas y te quiero más de lo que ya te quiero.

Narra Emma:

La atención de Santino sobre mí me hacía sentir un cosquilleo en la panza y me sentía cual niña de quince años enamorándose por primera vez. Hice una vista panorámica del lugar y me gustaba ver rostros que expresaban satisfacción al escucharme. Los enamorados también la estaban disfrutando y me alegraba, aunque en el fondo yo sabía que no se las estaba cantando a ellos. La letra la estaba sintiendo y cada palabra se la dedicaba a Santino. La verdad es que me costaba mucho expresar con palabras lo que sentía, tal vez era miedo a salir lastimada, no lo sé. Pero encontré esta canción que hablaba por mí y reflejaba todo lo que le quería decir y no me animaba.

Llegas, a curarme del pasado 

se me olvida que he llorado
porque llenas 
el vacío en mi. 



Y así, vas cubriendo el frío con amor 

vas haciéndome sentir mejor 

porque llegas ... 

encendiendo el corazón. 


Narra Santino:

Era hermosa, por dentro y por fuera. En esos momentos quería poder poner replay todo el tiempo para que la canción no se acabara nunca. Sabía que me la estaba dedicando y que era la forma que había encontrado para agradecerme. Quería abrazarla fuerte y prometerle que nunca más la iban a lastimar.

Haces que mi alma sienta amor de nuevo 

haces que a tu lado ya no sienta miedo 

haces que me entregue con cada latido
y que no quede ni un segundo sin estar contigo. 



Haces que mi corazón ya no esté ciego
porque puedo ver en ti que esto es amor sincero, 

haces que te quiera más, 
un poco más 

llegas y te quiero más de lo que ya te quiero.


Narra Emma:

Estaba demasiado sensible. La letra de la canción de Alexander Acha me hizo recordar cada momento desde que Santino entró en mi vida. No pude evitar que una lágrima recorriera mi mejilla. Terminó la canción y todos los presentes me sacaron una sonrisa con sus aplausos. Comenzó a sonar música y todos se entremezclaron en la pista para bailar y yo solo iba esquivando personas para llegar hasta donde estaba Santino.


Narra Santino:

Perdí de vista a Emma entre la multitud. Me levanté de la silla y cuando estaba por avanzar la tenía a centímetros mío. Le sonreí y de un segundo a otro la tenía abrazándome fuerte. 


-Te amo.-le dije al separarnos. 

Me sonrió y comenzamos a bailar con los demás.



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