Una semana después...
Narra Emma:
Antes de que
llegara Benjamín me ocupe de hacer las compras en el supermercado y lavar algo
de ropa para no levantar sospechas. Esto de ponerme tanto en la cabeza de una
persona infiel como del engañado no me agradaba. Estar planeando todo para no
dejar rastros de que tenía un amante me ponía en una situación bastante
incómoda.
La convivencia
con Santino estuvo muy bien. No estaba acostumbrada a que alguien se
preocupara y me cuidara tanto como lo hacía él. Sabía como sacarme sonrisas y
hacerme sentir bien en todo momento. Esos días nos vinieron bien para
acercarnos más y para tener más intimidad. Sus besos y sus caricias me
trasladaban a otro planeta donde todos los problemas se disolvían.
Y luego de pasar
una semana tranquila y feliz tuve que regresar a este departamento donde ya ni
lo material me atraía. Tanto espacio y tanto lujo para una pareja vacía de
sentimientos compartidos.
Sentarme a
esperar a ver con que humor volvía
Benjamín y que de eso dependiera mi estado de ánimo. Pero no me quedaba otra
opción...por lo menos por el momento.
Narra Santino:
Me sentía feliz.
En esos momentos se podía decir que la vida me sonreía. Cada vez faltaba
menos para el campeonato y nuestro equipo tenía todo para ganar, estábamos
entrenando bastante bien. La oportunidad de viajar a Madrid para jugar al
fútbol junto a mi mejor amigo fue una de las mejores noticias que podía haber
recibido. En la facultad me estaba yendo bien, no perfecto, pero al menos
aprobaba. Tenía un trabajo en un bar donde hacía lo que me gustaba: cantar.
Unos amigos que me bancaban en todas y hoy me iban a ir a ver devuelta. Y en el
plano sentimental me encontraba con el alma llena, Emma me enamoraba todos los
días un poco más. Y en esos momentos me estaba yendo a almorzar con mi familia
a la que amo y agradezco a la vida tener. ¿Qué más podía pedir? Bueno, si
entramos en detalles podría pedir que Emma termine finalmente su relación con
Benjamín y yo dejar el papel de amante. Pero prefiero no quejarme y valorar
todo lo que tengo, que no es para nada poco y me hacia muy feliz.
Narra Emma:
Cuando creía que
las cosas con Benjamín no podían seguir empeorando, sus actitudes me
sorprendían. Estaba desquiciado.
Llegó bien, un
poco tenso y preocupado, pero entero. Pero luego se instaló en el living a
tomar cantidades exageradas de whisky importado y no lo pude frenar. Tomaba un
vaso detrás del otro y lo pasaba como agua. Lo miraba sin saber que hacer.
Cuando intenté sacarle la botella se despertó su lado violento y apoyó su mano
fuerte en mi pecho haciendo presión y haciéndome retroceder unos pasos.
-¿Podes dejar de
tomar?-le dije enojada logrando sacar su mano que me estaba lastimando.
No me respondió.
Siguió sirviéndose y haciendo fondo blanco mientras poco a poco el alcohol le
iba haciendo efecto y se ponía más agresivo.
-¡Basta!-le dije
ya sin saber que hacer.-¿Qué carajo te pasa?
-Anda a la
habitación y quédate ahí.-me ordenó mirándome fijo con su mirada fría e ida.
Me preocupaba que
podía llegar a pasar si lo dejaba seguir tomando hasta llegar a quedar
inconsciente. Tampoco sabía muy bien como reaccionar ante dicha situación. Lo
observé y cuando se distrajo atiné a sacarle el vaso de la mano. Su rostro se
transformó y estalló el vaso de vidrio contra el piso. Lo demás no sé como fue
pero a los segundos me encontraba con una mano llena de sangre y me quedé
congelada en el lugar.
-¡La puta madre
Emma! Mira lo que me haces hacer.-gritó al ver mi estado.
Protestó y me empujó
llevándome hasta la puerta. Me subió a su camioneta y me llevó a la guardia. Es
tan inútil que ni siquiera sabe curar una herida no tan grave.
Narra Santino:
Me gustaba pasar
tiempo con mi familia. En mi departamento estaba muy tranquilo y amaba la
independencia, pero debía admitir que muchas veces extrañaba el convivir con
ellos.
Se hizo de noche
y ya me encontraba en el bar terminando de organizar con el tío de Josefina.
Las personas iban llegando y se ubicaban para cenar o simplemente para tomar un
trago.
Narra Emma:
Con Tania fuimos
las primeras en llegar. Nos sentamos y al ratito llegó Bruno con varios chicos
del equipo de fútbol. Santino sonrío al vernos a todos. Nosotros también
estábamos contentos de acompañarlo en esto.
Narra Santino:
Me acerqué al
micrófono, intercambie un par de palabras con el público y luego empecé a
cantar.
Oh her eyes, her eyes
make the stars look
like they're not
shining
Her hair, her hair
falls perfectly
without her trying
She's so beautiful
and I tell her
everyday
Narra Emma:
Nunca me iba a
cansar de decir que amaba su voz. Y tenía esa pronunciación tan perfecta que
enamoraba.
Yeah I know, I know
when I compliment her
she wont believe me
And it's so it's so
sad to think she
don't see what I see
But everytime she asks
me do
I look okay
I say
Narra Santino:
Cantar temas de
Bruno Mars ya se me estaba haciendo costumbre. Algún día iba a componer mis
propios temas, y deseaba hacerlo en inglés.
No podía evitar
mirar a Emma, le dedicaba esta canción.
When I see your face
there's not a thing
that I would change
Cause you're amazing
Just the way you are
Narra Emma:
Su voz era tan
especial que yo me olvidaba de la presencia de todas las personas y mi mirada
quedaba totalmente perdida en él.
-Mira, te dije
que está enamorado.-le comentó Bruno a Tania.
-Shh, amor.-lo
calló ella.-Ya que vos no cantas déjame escuchar a tu amigo.
Lo miraba y
sonreía sin poder disimularlo. Hasta que sentí la mirada de Tania sobre mí y
corrí la vista, tomando un poco el trago que me había pedido.
And
when you smile
the
whole world stops
and
stares for a while
Cause
girl you're amazing
Just
the way you are.
Narra Santino:
Luego de cantar
un par de canciones más, me acerqué a donde estaban mis amigos y los saludé.
-¿Jose y Luli no
vinieron?-pregunté.
-No, no
podían.-me respondió Tania.-Pero te mandaron saludos.
Narra Emma:
Santino se sentó
al lado mío y nos quedamos un rato hablando. De repente posó su mirada en mi
mano vendada.
-¿Qué te pasó?-se
interesó, un poco preocupado.
-Me lastimé, pero
nada importante.-mentí.-Cantaste re bien, me encanta esa canción.-agregué
cambiando de tema.
-Enséñale a
cantar a tu amigo, please.-le pidió Tania.
-Me está
discriminando.-protestó Bruno.
Nos quedamos un
rato más y luego nos empezamos a ir yendo. Yo me volví al departamento con
Tania, ya que le pedí que venga por unos días porque no quería quedarme sola
con Benjamín.
Twitter: @janetroseblog
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