Narra Emma:
Llegamos al
departamento y Tania se dirigió a la cocina. Fui hasta la habitación para ver
si se encontraba Benjamín.
-¿Duerme?-me
preguntó Tania cuando entré a la cocina.
-Sí, está
dormido.-le respondí.-Hablemos bajo.
Nos sentamos en
la mesa y nos servimos un vaso de agua cada una.
-¿Qué onda con
Santino vos?-me interrogó de repente.
-¿Qué onda
que?-le dije.-Nada, somos amigos.
-No sé,
últimamente están mucho tiempo juntos, me acompañas a todos los
entrenamientos...-me empezó a decir.
-Pero porque
somos amigos y nos llevamos bien.-me limité a decir.
-No me
cierra.-acotó.-Hoy cuando cantó noté muchas miraditas entre ustedes.
-Somos
amigos.-insistí.-Aparte estoy con Benjamín, no lo engañaría.-mentí.
Me miró y se
quedó en silencio unos segundos.
-¿Segura no te
gusta?-me preguntó.
-Sí, y basta con
el tema.-respondí.
-Entonces no te
molestaría hacerle gancho a Josefina.-me desafió para ver como reaccionaba.
-No me molestaría
pero a él no le interesa ella.-le dije.
-Bueno, cambiemos
de tema...-acotó no muy convencida.
Nos quedamos
hablando un rato más y luego nos fuimos a dormir.
Narra Santino:
Creo que Bruno me
preguntó unas ochocientas veces más acerca de quién era la mujer con la que
estaba saliendo. Cuando se le mete algo en la cabeza, no para. Al llegar a mi
departamento me estaba por ir a dormir pero recordé que tenía que leer unas
cosas de la facultad, así que me terminé durmiendo como dos horas después.
Narra Emma:
Me levanté muy
temprano y al ir a la cocina me encontré con un panorama que me hizo despertar
de golpe. Se encontraban desayunando muy risueños Benjamín y Tania. Disimulé mi
asombro y los saludé, acercándome.
-Buenos días, mi
amor.-me dijo él sonriendo.-¿Dormiste bien?
-Sí, dormí
bien.-le respondí extrañada.-No te hubieras molestado en hacer el desayuno,
amiga.-le dije a Tania al ver las tostadas con mermelada.
-No fui yo.-me
respondió.-Me hizo el desayuno Benja.
¡¿Qué?! Abrí los
ojos como platos. No podía creer que le haya preparado el desayuno. Nunca me lo
hizo a mí. Iba a hacer una exclamación pero Benjamín me desafío con la mirada.
-Hay tostadas
para vos también, amor.-me dijo y se acercó a darme un beso.
Todo ese acting
me daba náuseas.
-Me voy a la facu
porque llego tarde sino.-comentó Tania levantándose y llevando su taza de café
a la pileta.
Nos saludó a los
dos. Una vez que cerró la puerta la sonrisa del rostro de Benjamín desapareció.
-¿Hasta cuándo se
queda tu amiga?-se interesó.
-Unos días.-le respondí.
Se acomodó en la
silla poniéndose firme y serio, y me miró fijo.
-Cuando vos vas,
yo fui y vine mil veces, Emma.-me dijo.-No me subestimes.
-No se de que
hablas.-le contesté agarrando una tostada.
-¿Te crees que no
me doy cuenta de tu estrategia?-continuó.-Es muy obvio que llamaste a Tania
porque tenes miedo.
Me lo quedé
mirando.
-Y sabes que
delante de ella te voy a tratar como a una reina.-me dijo.-Eso mismo hice, pero
se ve que te puso incómoda.
Su tono de voz me
daba escalofríos. Cambiaba de actitud muy rápidamente y yo no sabía como
reaccionar.
-Perdón por lo de
ayer.-me dijo luego de un silencio.-Estaba nervioso, no me la quise agarrar con
vos.
-Estabas pasado
de alcohol.-acoté.
-Estoy preocupado
por unos asuntos del trabajo y eso me lleva a tomar.-me dijo como si fuera una
explicación razonable.-Salió mal un negocio y tengo deudas.-agregó.
-¿Debes mucha
plata?-me interesé.
-Algo así, pero
no te quiero involucrar.-me respondió.-¿Estás mejor?-agregó agarrando
delicadamente mi mano lastimada.
Saqué mi mano
rápidamente y él levantó las cejas.
-Tranquila, no te
voy a hacer nada.-me dijo.-No tengas miedo.
Ahora parecía muy
tranquilo y sonaba dulce. Su locura me iba a terminar enfermando.
-¿No te tenes que
ir yendo a trabajar?-le pregunté.
-Sí.-dijo
levantándose de la silla y acomodándose la corbata.-Que no se quede Tania a
dormir hoy, quiero que estemos solos.-me susurró en el oído al acercarse.
-Está peleada con
el novio y la familia.-mentí.-No le puedo decir que no venga.
-Cuando vuelva no
la quiero ver, amor.-me dijo dándome un beso y se fue.
Narra Santino:
Gala se subió a mi cama y se me acostó encima. No tiene ni
idea de cuanto pesa. La corrí levantándome y me di cuenta de la hora que era.
Mi celular se había quedado sin batería y no me había sonado la alarma. Me
empecé a vestir rápido. Estaba llegando tarde a la facultad.
Twitter: @janetroseblog
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