Narra Santino:
Terminé de
estudiar y me dirigí al living. Me senté en el sillón apoyando mis piernas
sobre la mesita que se encontraba en frente, y encendí la televisión. A los
segundos Gala saltó y se acomodó al lado mío. Era mi fiel compañera.
Me había
enganchado con un programa cuando de repente sonó el timbre. Apagué y fui a
averiguar quien era.
Narra Emma:
Al verme se
sorprendió y yo le sonreí dando a entender que estaba todo bien. No había
pasado mucho tiempo de que me había ido y ya volvía. Preocuparse era normal.
Pero eran sólo ganas de verlo, de estar con él, ya sin importarme las
consecuencias.
Narra Santino:
La miré y luego
bajé la vista al bolso que llevaba en la mano. Por mi mente comenzaron a pasar
un montón de suposiciones. Debo admitir que por un momento me ilusioné y creí
que había terminado con Benjamín.
-Se fue de viaje
por una semana.-me dijo.-No sé si hice bien en venir, pero quería estar con
vos.
La acerqué a mí,
cerrando la puerta y la envolví en un abrazo.
-¿Una semana juntos
y tranquilos?-le pregunté mientras la abrazaba.
-Sí.-me dijo
separándose un poco.-Pero sospecha que lo estoy engañando.
Me la quedé
mirando pensativo.
-¿Alguien te
siguió?-me interesé de repente.
-Creo que no.-me
respondió un poco preocupada.-No tuve eso en cuenta. Capaz me tenía que
camuflar para venir.
La miré
extrañado.
-Me tengo que
empezar a disfrazar para venir a verte, así nadie me reconoce.-continuó e hizo
una imitación que me hizo reír.
-Una cosa es
tener un amor clandestino y otra es irse al extremo de actuar como si fuéramos
dos prófugos de la justicia.-le dije.
Narra Emma:
Claramente
Santino no tenía ni idea de lo que era capaz Benjamín. Y tampoco me pareció
preocuparlo con lo de su amenaza.
Tal vez me
tendría que haber quedado en el molde y no haber ido. Pero mis ganas por estar
con el hombre que quería fueron más fuertes.
-¿Te gusta que
haya venido?-le pregunté.-Sino me vuelvo al departamento y nos vemos mañana.
-¿Estás loca?-me
preguntó y me volvió a acercar a él.-Me encanta que hayas venido. Ya estaba
extrañando tus besos.-agregó besándome.
Nos estábamos
besando y empezó a sonar su celular. Cortó el beso y atendió.
-Viene Bruno con
Tania a cenar para festejar lo de Madrid.-me comentó al cortar.
-¿Y yo que
hago?-me interesé.
-Ahora le mando
mensaje para que te inviten a vos para que Tania no esté colgada, y listo.-me
dijo mandando el mensaje.-Esconde el bolso arriba.
Cuando subí a
dejar el bolso en la habitación me llegó un mensaje de Tania al celular
invitándome a la cena.
Narra Santino:
Acomodé un poco
el departamento y llamé al delivery.
Al rato llegaron
Bruno y Tania. Los hice pasar y se acomodaron. Por suerte ninguno hizo un
comentario acerca de la presencia anticipada de Emma.
Me dirigí a la
cocina en busca de unas cervezas y Bruno me siguió.
-¿Es Valeria?-me
preguntó mientras yo abría la heladera.
-¿Qué?-le
pregunté mirándolo sin entender.
-La chica con la
que estás.-me dijo.
-¿Seguís con
eso?-le pregunté y me reí.
-¿No es?-me
preguntó pensativo.-Ya sé, ¿Josefina?
-Tampoco.-le
respondí y le di unas botellas.-Lleva estás a la mesa.
Las estaba por
llevar pero retrocedió y me miró.
-¿Sol
tampoco?-insistió.
-Dale, anda.-le
dije empujándolo hacia el living y luego negué con la cabeza.
Narra Emma:
Pasamos un buen
rato. Brindamos por la oportunidad que se les había presentado a los chicos con
el viaje a Madrid y hablamos hasta que la hora nos frenó. Lamentablemente era
día de semana y al otro día había que madrugar.
Me preocupaba un
poco el momento de buscar una excusa para no irme con ellos y quedarme. Pero
Santino lo resolvió rápidamente diciendo que acomodaba unas cosas y me llevaba
con el auto.
Narra Santino:
Luego de que la
parejita se fuera acomodé todo con ayuda de Emma y nos dirigimos a la
habitación. Me fui al baño mientras Emma se cambiaba para dormir. Al volver la
encontré acostada y con cara de preocupación.
Me acerqué
lentamente y le di un beso en la frente, acostándome a su lado.
-¿En qué estás
pensando?-me interesé, mirándola.
-En nada.-dijo
suspirando y me miró con una sonrisa fingida.
-¿No me queres
contar?-le pregunté.-Podes confiar en mí.-agregué acariciándole la mejilla
izquierda.
Desvió la mirada
hacia el techo sin decirme nada. Me la quedé mirando intentando descifrar lo
que le pasaba pero fallé en el intento.
-Si llegas a
querer decirme, avísame.-le dije.-Buenas noches, te quiero.-agregué y la besé.
Me estaba por
acomodar para dormir pero de repente apoyó su mano en mi hombro y la miré.
-Me da un poco de
miedo esto.-me confesó.
Narra Emma:
Me encantaba
poder estar así con él pero no me podía sacar la imagen de Benjamín de la
cabeza. Recordaba su rostro furioso, sus amenazas.
-¿Qué te da
miedo?-me interesé.
-Lo nuestro. Esta
relación clandestina.-me respondió.-Nos estamos poniendo en riesgo.
O mejor dicho, lo
estaba poniendo en riesgo a él.
Se tomó unos
segundos antes de responder.
-Desde el
principio sabíamos que no iba a ser fácil esto.-me dijo.-No me importan las
consecuencias, no les tengo miedo.
Me acerqué,
apoyando mi cabeza sobre su pecho y él comenzó a acariciarme el cabello.
-No pienses más y
aprovechemos que podemos estar juntos.-me dijo.
Permanecimos unos
segundos en silencio.
-Te quiero
mucho.-acoté de repente.
-Yo también,
Emma.-me respondió y me acurrucó más a él.
Ambos cerramos
los ojos y nos dejamos atrapar por el sueño.
Twitter: @janetroseblog
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