Vistas de página en total

sábado, 5 de abril de 2014

Capítulo cuarenta y uno


Narra Santino:

Terminé de estudiar y me dirigí al living. Me senté en el sillón apoyando mis piernas sobre la mesita que se encontraba en frente, y encendí la televisión. A los segundos Gala saltó y se acomodó al lado mío. Era mi fiel compañera.
Me había enganchado con un programa cuando de repente sonó el timbre. Apagué y fui a averiguar quien era.


Narra Emma:

Al verme se sorprendió y yo le sonreí dando a entender que estaba todo bien. No había pasado mucho tiempo de que me había ido y ya volvía. Preocuparse era normal. Pero eran sólo ganas de verlo, de estar con él, ya sin importarme las consecuencias. 


Narra Santino:

La miré y luego bajé la vista al bolso que llevaba en la mano. Por mi mente comenzaron a pasar un montón de suposiciones. Debo admitir que por un momento me ilusioné y creí que había terminado con Benjamín. 

-Se fue de viaje por una semana.-me dijo.-No sé si hice bien en venir, pero quería estar con vos.

La acerqué a mí, cerrando la puerta y la envolví en un abrazo.

-¿Una semana juntos y tranquilos?-le pregunté mientras la abrazaba.

-Sí.-me dijo separándose un poco.-Pero sospecha que lo estoy engañando.

Me la quedé mirando pensativo.

-¿Alguien te siguió?-me interesé de repente.

-Creo que no.-me respondió un poco preocupada.-No tuve eso en cuenta. Capaz me tenía que camuflar para venir.

La miré extrañado.

-Me tengo que empezar a disfrazar para venir a verte, así nadie me reconoce.-continuó e hizo una imitación que me hizo reír.

-Una cosa es tener un amor clandestino y otra es irse al extremo de actuar como si fuéramos dos prófugos de la justicia.-le dije.


Narra Emma:

Claramente Santino no tenía ni idea de lo que era capaz Benjamín. Y tampoco me pareció preocuparlo con lo de su amenaza. 
Tal vez me tendría que haber quedado en el molde y no haber ido. Pero mis ganas por estar con el hombre que quería fueron más fuertes.

-¿Te gusta que haya venido?-le pregunté.-Sino me vuelvo al departamento y nos vemos mañana.

-¿Estás loca?-me preguntó y me volvió a acercar a él.-Me encanta que hayas venido. Ya estaba extrañando tus besos.-agregó besándome.

Nos estábamos besando y empezó a sonar su celular. Cortó el beso y atendió.

-Viene Bruno con Tania a cenar para festejar lo de Madrid.-me comentó al cortar.

-¿Y yo que hago?-me interesé.

-Ahora le mando mensaje para que te inviten a vos para que Tania no esté colgada, y listo.-me dijo mandando el mensaje.-Esconde el bolso arriba.

Cuando subí a dejar el bolso en la habitación me llegó un mensaje de Tania al celular invitándome a la cena.


Narra Santino:

Acomodé un poco el departamento y llamé al delivery. 
Al rato llegaron Bruno y Tania. Los hice pasar y se acomodaron. Por suerte ninguno hizo un comentario acerca de la presencia anticipada de Emma.
Me dirigí a la cocina en busca de unas cervezas y Bruno me siguió.

-¿Es Valeria?-me preguntó mientras yo abría la heladera.

-¿Qué?-le pregunté mirándolo sin entender.

-La chica con la que estás.-me dijo.

-¿Seguís con eso?-le pregunté y me reí.

-¿No es?-me preguntó pensativo.-Ya sé, ¿Josefina?

-Tampoco.-le respondí y le di unas botellas.-Lleva estás a la mesa.

Las estaba por llevar pero retrocedió y me miró.

-¿Sol tampoco?-insistió.

-Dale, anda.-le dije empujándolo hacia el living y luego negué con la cabeza.


Narra Emma:

Pasamos un buen rato. Brindamos por la oportunidad que se les había presentado a los chicos con el viaje a Madrid y hablamos hasta que la hora nos frenó. Lamentablemente era día de semana y al otro día había que madrugar.
Me preocupaba un poco el momento de buscar una excusa para no irme con ellos y quedarme. Pero Santino lo resolvió rápidamente diciendo que acomodaba unas cosas y me llevaba con el auto.


Narra Santino:

Luego de que la parejita se fuera acomodé todo con ayuda de Emma y nos dirigimos a la habitación. Me fui al baño mientras Emma se cambiaba para dormir. Al volver la encontré acostada y con cara de preocupación.
Me acerqué lentamente y le di un beso en la frente, acostándome a su lado.

-¿En qué estás pensando?-me interesé, mirándola.

-En nada.-dijo suspirando y me miró con una sonrisa fingida.

-¿No me queres contar?-le pregunté.-Podes confiar en mí.-agregué acariciándole la mejilla izquierda.

Desvió la mirada hacia el techo sin decirme nada. Me la quedé mirando intentando descifrar lo que le pasaba pero fallé en el intento.

-Si llegas a querer decirme, avísame.-le dije.-Buenas noches, te quiero.-agregué y la besé.

Me estaba por acomodar para dormir pero de repente apoyó su mano en mi hombro y la miré.

-Me da un poco de miedo esto.-me confesó.


Narra Emma:

Me encantaba poder estar así con él pero no me podía sacar la imagen de Benjamín de la cabeza. Recordaba su rostro furioso, sus amenazas.

-¿Qué te da miedo?-me interesé.

-Lo nuestro. Esta relación clandestina.-me respondió.-Nos estamos poniendo en riesgo.

O mejor dicho, lo estaba poniendo en riesgo a él.
Se tomó unos segundos antes de responder.

-Desde el principio sabíamos que no iba a ser fácil esto.-me dijo.-No me importan las consecuencias, no les tengo miedo.

Me acerqué, apoyando mi cabeza sobre su pecho y él comenzó a acariciarme el cabello.

-No pienses más y aprovechemos que podemos estar juntos.-me dijo.

Permanecimos unos segundos en silencio.

-Te quiero mucho.-acoté de repente.

-Yo también, Emma.-me respondió y me acurrucó más a él.

Ambos cerramos los ojos y nos dejamos atrapar por el sueño.




Twitter: @janetroseblog

No hay comentarios:

Publicar un comentario