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sábado, 23 de agosto de 2014

Capítulo setenta


Narra Santino:

Me quedé inmóvil y tragué saliva. No me esperaba para nada esa pregunta, me agarró totalmente de sorpresa. ¿Y ahora qué le respondía? ¿Cómo le explicaba la situación sin que se hiciera la cabeza? Estaba acorralado y en realidad no tendría por qué estarlo, no había pasado nada ni tampoco iba a pasar.
Retrocedí lentamente y me di vuelta, encontrándome con su mirada llena de interrogantes y esperando una respuesta sincera.

-¿A qué viene la pregunta?-fue lo único que me salió decir, y me sentí un idiota.

-Hoy estuvo acá, es una mujer pelirroja.-me respondió.-Vino a traer tu billetera, que por lo que me dijo te la olvidaste a la mañana.

Recién me enteraba que no llevaba conmigo la billetera, no podía ser más colgado. 

-¿Quién es, Santino?-insistió ante mi silencio.-¿En dónde te olvidaste la billetera?

Suspiré al mismo tiempo que me despeinaba el pelo, nervioso. Le tenía que decir la verdad, aunque era algo muy difícil de creer, sobretodo para una mente tan insegura como la de Emma.

-Ayer con Bruno fuimos a entrenar un rato antes que el resto del equipo. Y apareció esta chica con otra, y nos dijeron que necesitaban la cancha para jugar al handball.-hice una pausa.-Creo que era handball, ya no me acuerdo. Bueno, cuestión es que nosotros también la necesitábamos, entonces nos desafiaron un partido de fútbol.

Me miraba atentamente con los brazos cruzados como estudiando cada una de mis palabras.

-Jugamos un dos contra dos.-le expliqué.-Claramente le ganamos nosotros y nos quedamos con la cancha. Y bueno, ahí nos dijimos nuestros nombres. 

Permaneció en silencio y me hubiese encantado poder leerle los pensamientos.

-¿Y te dijo algo más?-me interesé temiendo a la respuesta.

-Que te diga que quiere una revancha.-me respondió aún analizando la situación.

-Eso lo dijo por el partido, porque le ganamos.-le expliqué y me miró como si fuese algo obvio.

-Todo eso lo entendí, pero hay algo que no me cierra...-acotó e hizo una pausa.-¿En dónde se vieron hoy a la mañana y por qué tenía tu billetera?

Eso sí era más complicado de explicar. Y ya no podía evitar que se hiciera la cabeza o impedir que la invadieran  los celos.

-Me la encontré hoy en la puerta de la facultad, no sé si fue casual o causal.-le contesté.-Y se me acercó a hablarme y no sé, se ve que después se me cayó la billetera. Yo de eso no me di cuenta.-agregué ocultando  partes.

-No te la creo si me decís que esa flaca va a la facultad, sin ofenderla.-le dije.-Sé completamente sincero.

Caminé hacia donde estaba, acortando la distancia.

-Mi amor, no quiero que te empieces a hacer la cabeza y te pongas mal por algo que no tiene ningún sentido.-le dije apoyando mis manos en su cara.

-Quiero la verdad, en serio.-me dijo sacando mis manos y dando un paso para atrás.

-Me vino a ver a la facultad porque le gusto y está desesperada, quiere que le de bola.-le respondí.-¿Contenta?

-No.-se apresuró a contestar.-Si tenes que elegir entre ella y yo, es obvio que salgo perdiendo.


Narra Emma:

Y me arrepentí al instante de haber dicho eso. Me odié por ser tan sincera. Era algo que sentía, sí. Pero no quería que él lo supiera.

-Es que yo no tengo nada que elegir. Yo estoy enamorado de vos y estoy feliz de estar a tu lado.-me respondió.

Permanecí unos segundos en silencio. No quería que se volviera a repetir la misma historia que había tenido con Benjamín.

-¿Por qué me mentiste?-me interesé.

-No te mentí, amor.-me respondió rápido.

-Mentir...ocultar...da igual.-le expliqué.-Sabes bien lo que sufrí en mi relación anterior por ese tema.

-Me está cansando un poco que siempre te pongas en el papel de víctima y que traigas tu relación con Benjamín en cada discusión.-me respondió molesto.-Si te mentí u oculté esto es porque sabía que te ibas a poner así.-agregó e hizo una pausa.-Yo no tengo la culpa de que seas una insegura de mierda.-escupió con bronca.

-¿Ahora la culpa la tengo yo?-le contesté muy molesta.-Me mentís y me seguís ocultando cosas porque sé que hay cosas que seguís sin contarme...y la culpa la tengo yo, ¿no?

Suspiró fastidioso y se sacó la camisa, apoyándola en su hombro.

-Me quiero ir a bañar, Emma.-me dijo mirándome con cansancio y dándose vuelta para ir hacia la escalera.

-Estamos hablando.-le dije y se volvió a dar vuelta y posó sus manos en su cintura.-Una relación sin confianza no funciona.

-Eso está claro.-me dijo.-Pero si cada cosa que te cuento te vas a poner perseguida y hacerte la cabeza...yo prefiero no contarte nada.

-Ay Santino, ¿podes dejar de echarme la culpa y hacerte cargo?-subiendo el tono de voz.-Estoy harta de ser la imperfecta, la que tiene problemas, la culpable de todo en esta relación. No sos perfecto vos, eh. Estoy cansada de bancarme mil situaciones por culpa del problemita que tenes con querer quedar bien con todo el mundo. Te metes en quilombos porque no sabes decir que "no". Es inevitable que lastimes a alguien con cada decisión. Y te juro que no desconfío, te amo con el alma y se que vos también, y que no me lastimarías. Pero no quiero bancarme ciertas situaciones que capaz después terminan siendo una infidelidad "sin querer". Porque no queres lastimar pero terminas lastimando igual. ¿O por qué crees que Josefina llegó a "enamorarse" de algún modo de vos? Porque no la frenaste a tiempo, porque por no querer lastimarla la terminaste ilusionando, y fue peor. Y así te pasa con todas las mujeres. Y con esta no creo que sea la excepción. Me encanta que seas buena persona y lo valoro, pero no te vayas al extremo, no podes quedar bien con todos, en serio. Aprende a poner límites, a decir lo que pensas y a decir que no. Me cansé de ser siempre "la pobre Emma que hay que ayudarla" y que vos seas el santo. No es así. Y yo estoy mucho mejor, de a poco voy mejorando. Ya conseguí trabajo, y estoy siendo más independiente. Tranquilamente podría terminar con esta relación, alquilarme algo y vivir mi vida. Pero estoy con vos porque te amo, porque me encanta estar con vos y porque te elijo. Ya el problema no soy yo. A mi no me da celos que te hables con otras mujeres, me preocupa que no sepas ponerles límites y que me termines mintiendo.-me desahogué.

Se me quedó mirando sin decir nada y se le aflojó todo el cuerpo. Se quedó dubitativo.

-Te amo.-fue lo único que pudo decir y me agarró la mano derecha.

-Yo también te amo.-le dije y suspiré.-Pero no soporto más esta situación.-agregué soltándole lentamente la mano.

Agarré mi copia de llaves y me dirigí a la puerta.

-¿A dónde vas?-se interesó persiguiéndome.

-A tomar un poco de aire.-le respondí dándome vuelta y acariciando su rostro.-Necesito estar sola y pensar.-agregué y desaparecí.


Narra Santino:

La dejé ir sintiendo que la estaba perdiendo. Tenía razón en todo lo que había dicho. No era fácil aceptar tampoco que el problema era mío, nunca me quise hacer cargo de eso, o quizás nunca fui del todo consciente de lo que provocaba con mis actitudes. Me fui a bañar y me quedé bastante tiempo bajo la ducha reflexionando.
Al salir del baño, me cambié y bajé a buscarme algo para tomar. Cuando pasé por el living me encontré con un cuadro que supuse que había pintado Emma al ver los acrílicos y pinceles cerca. Lo agarré con las dos manos y lo observé. Era un paisaje de un atardecer y una sombra de dos personas abrazadas; debajo reposaba una frase escrita en blanco: "Always together". Cerré los ojos y sonreí. Estaba orgulloso de Emma, de a poco iba cambiando. Se estaba valiendo por sí misma y haciendo todas cosas que le gustaban. Busqué un bien lugar en la pared y colgué el bastidor.


Narra Emma:

Luego de caminar varias cuadras y despejar un poco mi cabeza, volví al departamento. Al entrar escuché el sonido de la guitarra que provenía de la habitación. Subí las escaleras evitando hacer ruido y lo encontré de espalda tocando unos acordes. Avancé lentamente ubicándome atrás de él y rodee su cuello con mis manos, dejando un beso en su mejilla.
Dejó la guitarra y giró hacia mí.

-Tenes razón en todo lo que dijiste. Te prometo que voy a cambiar.-me dijo sincero.-¿Me perdonas?

-Sí, mi amor.-le respondí.-Pero no me ocultes más las cosas.

-Nunca más.-me aseguró agarrándome de la cintura y acercándome a su cuerpo.-Vamos a ir mejorando juntos.

Me besó y me dejé llevar. 

-¿Me tengo que teñir de pelirrojo o así te gusto?-le dije para bromearlo y lo miré divertida.

-Mmm, te podrías teñir.-me la siguió y le pegué.-Mentira. Me encantas así. Sos mil veces más linda.-me dijo riéndose y haciéndome caer a la cama debajo de su cuerpo.

Me empecé a reír debido a sus cosquillas. Luego frenó y se acercó a mi oído.

-Always together.-me susurró y sonreí, sabiendo que había visto el cuadro.

-Te amo tanto...-acoté y me respondió con miles de besos.




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