Narra Emma:
Me desperté al
mediodía. Me di vuelta en la cama y me di cuenta que me encontraba sola.
Permanecí unos segundos más acostada mientras me refregaba los ojos y luego me
levanté. Me vestí con una remera de él que encontré por ahí que me quedaba
larga, y bajé las escaleras mientras buscaba con la mirada a Santino. Lo
visualicé de espalda en la cocina. Me acerqué despacio y apoyé mis manos en su
espalda.
-¿En qué
andas?-me interesé cuando notó mi presencia.
-Preparando el
almuerzo.-me respondió concentrado en la comida.
-¿Te ayudo?-le
pregunté poniéndome a su lado.
-No, ya casi está
listo.-me respondió llevando la comida al horno.
-Bueno, como
digas.-dije abriendo la heladera para servirme un vaso de agua.
-Te queda muy
bien mi remera.-me comentó ahora mirándome.-¿Dormiste bien?-agregó acercándose
y agarrándome de la cintura.
-Muy bien.-le
respondí.-¿Vos cómo dormiste?
-Re bien.-me
respondió.-Como siempre que duermo a tu lado.-agregó y me guiñó el ojo.
-No me
chamuyes.-dije y me reí mientras me quería alejar.
Me agarró rápido
nuevamente de la cintura y me atrajo a su cuerpo. Nuestras miradas se
encontraron y no me pude resistir.
-Te amo.-me dijo
antes de unir nuestros labios.
-Te amo.-susurré
en sus labios y volví a besarlo.
Narra Santino:
Me hacía feliz
estar así con ella, pero a la vez me asustaba. Tenía la sensación de que en
algún momento iba a aparecer algo que lograra arruinarlo todo. Creo que Emma ya
me estaba contagiando la inseguridad. Bueno no, pero hablando en serio no
quería que este sentimiento compartido tan lindo como es el amor, se terminara.
Pero bueno, no era momento de estar preocupándose por el futuro. Tenía que
aprovechar y disfrutar del presente.
Seguí besándola
tiernamente hasta que nos separamos para poner la mesa. Gala no tardó en
aparecer en busca de su alimento balanceado.
-Amor, ¿le
servís?-le pedí señalando donde estaba la bolsa del alimento para Gala.
Narra Emma:
Luego de almorzar
nos dirigimos al sillón del living para ver una película. Ni siquiera puedo
decir de que se trataba porque no le presté atención. Mi mente estaba en otro
lado. Había algo que necesitaba hacer para sentirme bien conmigo misma y
liberarme de una vez. Me aterraba de sólo pensarlo pero debía poder
enfrentarlo. Me quedé pensando mucho en eso. Santino, en cambio, estaba muy
relajado con su mirada fija en la pantalla, disfrutaba cada escena y de vez en
cuando se le dibujaba una sonrisa. A mi me atraía más su cara tierna
concentrada en la película que la película en sí. Acaricié su pelo y en respuesta
me abrazó apoyándome en él.
Narra Santino:
La noté un poco
nerviosa a Emma pero no le di importancia. Terminamos de ver la película y su
celular comenzó a sonar. Al ver el nombre "Benjamín" en la pantalla
iba a ser un comentario pero Emma me hizo señas de que me callara y atendió. Le
mantuve fija la mirada hasta que se ve que la incomodé porque se fue a hablar
arriba.
Suspiré y me
recosté más en el sillón mientras hacía zapping con el control remoto para ver
si encontraba algo interesante en la televisión.
Narra Emma:
La mirada que
puso Santino al girar y verme bajar vestida con mi ropa y con mi bolso en las
manos, me dolió. Apagó la televisión y tiró el control remoto por ahí. Terminé
de bajar y me acerqué a él que se encontraba negando con la cabeza.
-Estás muy
equivocada si estás pensando que te voy a dejar cruzar esa puerta para irte con
Benjamín.-me dijo serio.
-Necesito
hacerlo.-fue lo único que me salió decir.
-¿Qué es lo que
necesitas hacer?-me miraba sin entender.
-Las cosas
bien.-le respondí.-Terminar esta relación para poder estar con vos.
-¿Lo vas a
enfrentar?-me interrogó preocupado.-Emma es peligroso, es capaz de cualquier
cosa.
Cerré los ojos
por unos segundos juntando fuerza. Necesitaba hacerlo.
-Puedo controlar
la situación.-le dije para tranquilizarlo.-Déjame ir.-agregué caminando hasta
la puerta.
-Emma no quiero
que te pase nada.-me dijo siguiéndome.-No hagas locuras.
-Confía en mí.-le
pedí mirándolo a los ojos.-Va a estar todo bien.
Narra Santino:
Era la primera
vez que la veía tan segura y me gustaba verla así. No me hacía ninguna gracia
dejarla ir, me preocupaba y me quedaba intranquilo, pero era algo que ella
necesitaba hacer y no se lo podía impedir.
-Bueno, está
bien.-le dije resignado.-Pero manteneme informado.
-Confía en
mí.-volvió a decirme.-Te amo.
Me dio un último
beso y desapareció.
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