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viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo cincuenta y nueve


Narra Emma:

Me desperté al mediodía. Me di vuelta en la cama y me di cuenta que me encontraba sola. Permanecí unos segundos más acostada mientras me refregaba los ojos y luego me levanté. Me vestí con una remera de él que encontré por ahí que me quedaba larga, y bajé las escaleras mientras buscaba con la mirada a Santino. Lo visualicé de espalda en la cocina. Me acerqué despacio y apoyé mis manos en su espalda.

-¿En qué andas?-me interesé cuando notó mi presencia.

-Preparando el almuerzo.-me respondió concentrado en la comida.

-¿Te ayudo?-le pregunté poniéndome a su lado.

-No, ya casi está listo.-me respondió llevando la comida al horno.

-Bueno, como digas.-dije abriendo la heladera para servirme un vaso de agua.

-Te queda muy bien mi remera.-me comentó ahora mirándome.-¿Dormiste bien?-agregó acercándose y agarrándome de la cintura.

-Muy bien.-le respondí.-¿Vos cómo dormiste?

-Re bien.-me respondió.-Como siempre que duermo a tu lado.-agregó y me guiñó el ojo.

-No me chamuyes.-dije y me reí mientras me quería alejar.

Me agarró rápido nuevamente de la cintura y me atrajo a su cuerpo. Nuestras miradas se encontraron y no me pude resistir. 

-Te amo.-me dijo antes de unir nuestros labios.

-Te amo.-susurré en sus labios y volví a besarlo.


Narra Santino:

Me hacía feliz estar así con ella, pero a la vez me asustaba. Tenía la sensación de que en algún momento iba a aparecer algo que lograra arruinarlo todo. Creo que Emma ya me estaba contagiando la inseguridad. Bueno no, pero hablando en serio no quería que este sentimiento compartido tan lindo como es el amor, se terminara. Pero bueno, no era momento de estar preocupándose por el futuro. Tenía que aprovechar y disfrutar del presente.
Seguí besándola tiernamente hasta que nos separamos para poner la mesa. Gala no tardó en aparecer en busca de su alimento balanceado. 

-Amor, ¿le servís?-le pedí señalando donde estaba la bolsa del alimento para Gala.


Narra Emma:

Luego de almorzar nos dirigimos al sillón del living para ver una película. Ni siquiera puedo decir de que se trataba porque no le presté atención. Mi mente estaba en otro lado. Había algo que necesitaba hacer para sentirme bien conmigo misma y liberarme de una vez. Me aterraba de sólo pensarlo pero debía  poder enfrentarlo. Me quedé pensando mucho en eso. Santino, en cambio, estaba muy relajado con su mirada fija en la pantalla, disfrutaba cada escena y de vez en cuando se le dibujaba una sonrisa. A mi me atraía más su cara tierna concentrada en la película que la película en sí. Acaricié su pelo y en respuesta me abrazó apoyándome en él.


Narra Santino:

La noté un poco nerviosa a Emma pero no le di importancia. Terminamos de ver la película y su celular comenzó a sonar. Al ver el nombre "Benjamín" en la pantalla iba a ser un comentario pero Emma me hizo señas de que me callara y atendió. Le mantuve fija la mirada hasta que se ve que la incomodé porque se fue a hablar arriba.
Suspiré y me recosté más en el sillón mientras hacía zapping con el control remoto para ver si encontraba algo interesante en la televisión.


Narra Emma:

La mirada que puso Santino al girar y verme bajar vestida con mi ropa y con mi bolso en las manos, me dolió. Apagó la televisión y tiró el control remoto por ahí. Terminé de bajar y me acerqué a él que se encontraba negando con la cabeza.

-Estás muy equivocada si estás pensando que te voy a dejar cruzar esa puerta para irte con Benjamín.-me dijo serio.

-Necesito hacerlo.-fue lo único que me salió decir.

-¿Qué es lo que necesitas hacer?-me miraba sin entender.

-Las cosas bien.-le respondí.-Terminar esta relación para poder estar con vos. 

-¿Lo vas a enfrentar?-me interrogó preocupado.-Emma es peligroso, es capaz de cualquier cosa.

Cerré los ojos por unos segundos juntando fuerza. Necesitaba hacerlo.

-Puedo controlar la situación.-le dije para tranquilizarlo.-Déjame ir.-agregué caminando hasta la puerta.

-Emma no quiero que te pase nada.-me dijo siguiéndome.-No hagas locuras.

-Confía en mí.-le pedí mirándolo a los ojos.-Va a estar todo bien.


Narra Santino:

Era la primera vez que la veía tan segura y me gustaba verla así. No me hacía ninguna gracia dejarla ir, me preocupaba y me quedaba intranquilo, pero era algo que ella necesitaba hacer y no se lo podía impedir.

-Bueno, está bien.-le dije resignado.-Pero manteneme informado.

-Confía en mí.-volvió a decirme.-Te amo.

Me dio un último beso y desapareció. 




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