Vistas de página en total

viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo sesenta y uno


Narra Emma:

Lunes a la noche. Me hallaba en la cocina esperando a Benjamín con la cena lista. La mesa se encontraba puesta y yo estaba vestida con un vestido de lentejuelas  plateado de adelante y de atrás era negro liso. Llevaba puesto unos tacos altos negros y me coloqué el collar que él me había regalado para mi cumpleaños. 
Escuché el sonido de las llaves y tomé aire. Sonreí cuando lo vi aparecer por la cocina. Él, en cambio, miraba todo extrañado y luego se me quedó mirando sin entender nada.

-Mi amor, ya está la cena lista.-le dije acercándome y sacándole el saco.

Lo fui a colgar al perchero y él me miró de arriba abajo.

-¿Qué es todo esto?-me interrogó ingresando a la cocina y sentándose frente a la mesa.

-Quiero que recompongamos nuestra relación.-le dije.-Extraño estar bien con vos.

Estudió con su mirada cada uno de mis gestos y movimientos como si estuviera desconfiando, como si hubiera algo de toda esta situación que no le cerrara. Estiré mi mano derecha y agarré la suya.

-Perdón por ponerme en caprichosa todo este tiempo. Me dolió mucho que me hayas dejado plantada el día que nos íbamos a casar, y también me hizo mal saber que me engañabas.-le empecé a decir sin soltar su mano.-Pero me di cuenta que te amo y que estoy enamorada de vos para siempre.

-No quiero recordar lo del casamiento porque para mí también fue difícil. Yo realmente quería que te convirtieras en mi mujer.-me dijo mirándome a los ojos.-Y por lo otro te pido perdón mil veces. Te juro que la única mujer que me importa y amo sos vos.

Intentaba procesar cada parte de esta conversación. Era tan raro poder hablar con él en buenos términos y sin empezar a los gritos. Quería encontrar sinceridad en su mirada por eso no me podía despegar de sus ojos.

-Me encanta todo esto, mi vida.-me dijo y sonrió.-Pero sigo sin entender. Cuando me fui estabas muy distante.

-El día antes de que te vayas fue el día en que pasó lo del robo y luego hicimos el amor. Y en ese momento me pasaron muchas cosas, volví a sentir lo que sentí las primeras veces y la sensación me hizo trasladar al primer día en que te conocí.-le intenté explicar.-Y después me dio miedo. Me di cuenta que no quería alejarme, que no quería estar mal con vos y me provocó terror. Pensé que no me querías en serio y que iba a terminar sufriendo. Por eso quise tomar distancia.

Entrelazó sus dedos con los míos y me hizo levantarme de la silla. Me atrajo a su cuerpo y con su otra mano me sacó el pelo de la cara.

-Te quiero en serio, nunca lo dudes. Yo te elegí para casarme y también te elijo para formar una familia.-me dijo y acarició lentamente mi mejilla.-Perdón por mis ataques de nervios, me tenía mal el trabajo.

-¿Nos olvidamos de todo y empezamos de nuevo?-le pregunté con una sonrisa.

-Me encanta la idea, mi amor.-me respondió y llevó sus manos a mi cintura.-Te prometo que no vamos a discutir más.

-Y no más ataques nerviosos, por favor.-le pedí rodeando su cuello con mis manos.

-Te lo prometo.-me dijo.-Y no más terceros. Sólo vos y yo.

-Sólo vos y yo.-repetí y clavé mi mirada en sus labios.

-Te amo para siempre.-me dijo y me besó.

Me fui perdiendo en sus labios. Deslicé mis manos por su espalda y pegué más su cuerpo con el mío. Sonreí en el medio del beso y comenzó a besarme lento y tiernamente.

-Se va a enfriar la comida.-dije cortando el beso.


Narra Santino:

Recostado en el sillón con el celular en la mano dudando si mandarle un mensaje a Emma o no. Me preocupaba no tener noticias de ella. No me quería hacer la cabeza pero temía que se estuviera acostando con Benjamín. Los nervios me carcomían y le terminé mandando un mensaje. Luego agarré una botella de cerveza y comencé a beber.


Narra Emma:

Terminamos de cenar y me ayudó a lavar y ordenar todo. Nos dirigimos a la habitación y vi que mi celular sonó. Lo agarré de la mesita de luz y leí el mensaje de Santino: "Me preocupas. ¿Está todo bien?" Suspiré y lo borré    sin responderle. Al dejar el celular me encontré con la mirada expectante de Benjamín.

-Tania que está un poco densa porque se peleó con el novio.-le expliqué acercándome a él.-¿Te gusta el vestido que me puse?-agregué y sonreí.

-Me encanta. Sos hermosa.-me dijo apoyando sus manos en mi cintura y pegándome más a su cuerpo.

-Vos sos hermoso.-le dije dejando un beso en la comisura de sus labios.

Comenzó a besarme con deseo y a intentar sacarme el vestido con brutalidad. Le seguí un poco el beso pero luego puse mis manos en su pecho y lo frené.

-¿Qué pasa?-se interesó.

-Quiero hablar sobre algo...-le respondí sin separarme mucho.

-Me asustas.-se limitó a decir.

-Ya que vamos a empezar de cero y a intentar llevarnos bien, quiero que me apoyes en cosas que me gustan.-le dije.

-¿Y eso sería...?-preguntó con desinterés.

-Quiero cantar en público.-le contesté.

-¿Seguís con esa idea ridícula?-me interrogó y le clavé la mirada, alzando las cejas.

-Perdón, amor. Pero sabes lo que pienso sobre eso.-se apresuró a decir ante mi expresión.

-Pero es algo que me hace feliz.-insistí.-¿Por qué no me podes apoyar?

-Porque no estoy de acuerdo.-respondió como si eso contara como una razón coherente.

-Igual lo voy a hacer, no me lo podes prohibir.-le dije seria.-Mañana canto en un concurso.

-¿Qué?-me preguntó sorprendido.-¿Te anotaste en un concurso? ¿Cuándo?

-No importa eso. Pero lo voy a hacer y espero que puedas apoyarme.-le respondí.

Me miró sin decirme nada por unos segundos.

-Bueno, está bien. Si es lo que te hace feliz...-acotó.-Te apoyó y te deseo suerte.

-¿Podes venir a verme?-le pedí.

-No Emma, a tanto no llego...-me respondió.-Gracias que lo acepto.

-Por favor.-le hice puchero y junté las manos.-Para mi es muy importante que estés ahí.

-Pero...-quiso decir pero lo interrumpí.

-Por favor.-le dije entre besos.-Necesito de tu presencia.-agregué sacándole la camisa y acariciando su espalda.

-Ay Emma, no me intentes convencer de esta forma.-dijo cerrando los ojos con fuerza.

-¿Vas a venir a verme?-le susurré en el oído mientras le desabrochaba el cinturón.

-Emma...-se quejó mientras le bajaba el pantalón y mis manos se posaban en su cintura atrayéndolo más a su cuerpo.-Pendeja, no.-agregó y gimió.

-¿Vas a ir a verme?-insistí dándole besos cortos.

-Voy voy voy.-me dijo deshaciéndose de mi vestido con desesperación.-Te juro que voy a estar presente y vas a ganar.

Terminó de decir esa frase y comenzó a besarme apasionadamente mientras nos dejábamos caer en la cama y nos entregábamos a la pasión.


Narra Santino:

Desperté con unas ojeras por el piso ya que con suerte había logrado dormir media hora. No me podía sacar a Emma de la cabeza. Y las imágenes que giraban en mi mente no eran para nada agradables. Miré el celular en busca de un mensaje que nunca llegó. Creo que esta mujer planeaba que me muera de un paro cardíaco. Saqué rápidamente a pasear a Gala y mi próximo destino era la facultad.


Narra Emma:

Llegó el día esperado. Hoy iba a ser algo que amaba: cantar. Y además iba a crecer como persona, me iba a liberar, iba a vencer mis miedos; sólo esperaba no decepcionarme.
Estuve todo el día haciendo tareas de la casa para evitar que me consumieran los nervios. Hasta qué llegó la hora y me dirigí a lo de Santino. En el camino recordé que nunca le había respondido el mensaje, esperaba que no estuviera enojado.


Narra Santino:

Me encontraba con Bruno en el living        de mi departamento. A mi mejor amigo lo conocía en varios estados pero creo que el peor era este, el de hombre enloquecido porque se peleó con la novia. Lo quiero mucho pero estaba infumable.
Por suerte me salvó el ruido del timbre porque si lo seguía escuchando lo iba a ahorcar. Abrí la puerta y me encontré con Emma.

-¿Vos a mí me queres matar?-le reproché.-No te costaba nada un mensaje que diga "todo bien".

-Perdón, perdón, perdón.-me dijo cerrando los ojos.-Se me olvidó, en serio.-agregó volviéndolos a abrir.

-Estuviste muy ocupada, ¿verdad?-le dije conteniendo los nervios.

-Escenas de celos ahora no.-me respondió firme.-Soy muy profesional en lo que hago.

La miré extrañado. ¿Eso confirmaba mis sospechas? ¿Se había acostado con Benjamín?

-Tuve que concentrarme y actuar lo más natural posible. Si se daba cuenta de algo, no sé que podía pasar.-se defendió.

-¿Pero llegó a pasar algo fuera de los límites pactados?-insistí.-Sabes a lo que me refiero.

Suspiró.

-Nada que vaya a volver a pasar.-concluyó yendo a saludar a Bruno.


Narra Emma:

El día anterior a la tarde me había juntado con Santino y le expliqué lo que pensaba hacer para terminar la relación con Benjamín. Sabía muy bien que por las buenas no iba a obtener resultados así que se me ocurrió otra idea. En base a eso Santino ideó un plan y rápidamente llamó a Bruno para incluirlo a él.


Flashback:

-El plan es el siguiente: Emma logra que Benjamín vaya a verla cantar. En ese lugar vamos a estar nosotros dos. -dijo Santino mirando a Bruno.-Vos vas a cantarle lo que ya tenías pensado y yo voy a tenerlo vigilado mientras Bruno te va a estar esperando afuera con mi auto. Al terminar el show, alguien lo va a distraer a Benjamín mientras vos te vas corriendo y te subís al auto con Bruno.-ahora me miraba a mí.

-¿Y vos donde vas a estar?-se interesó Bruno.

-Antes de que termine de cantar yo me voy a ir rápido al departamento de Benjamín, voy a agarrar un bolso, voy a poner todas las cosas de Emma y me lo voy a llevar.-le respondí.-Ustedes me van a estar esperando en una dirección que después les digo cual.

-¿Y cómo sigue todo después?-quise saber.

-Llego a donde están ustedes, cargo el bolso, Bruno se va y nosotros nos vamos por unos días a algún lugar lejos hasta que acá se calmen las aguas.-me respondió.

-¿Y quién va a distraer a Benjamín?-preguntó Bruno.

-No sé, puede ser Tania.-le respondió.-Y no empieces otra vez porque la acabo de nombrar, te lo ruego.-agregó mirándolo serio.

-¿Y no hay plan B por si sale algo mal?-se interesó Bruno.

-No puede salir mal.-respondió.-Así que los quiero concentrados y atentos.

-¿Y cómo va a conseguir Emma que Benjamín vaya a verla?-continuó con sus preguntas Bruno.

-Creo saber como manejarlo.-respondí y Santino me miró mal.

-Hay ciertos límites Emma, eh.-me advirtió serio.

-Vale todo si consigo el objetivo.-lo desafié.

-Hay límites.-me dijo nervioso despeinándose.-Arréglatelas sin tener que pasarlos.

-Lo intentaré.-le dije sin mirarlo.

-Prometelo.-insistió.

-No, Santi. No hace falta.-le dije.

-A mí si me hace falta.-me la siguió.

-¿La pueden cortar?-intervino Bruno.-Repasemos el plan.

Fin del flashback.

Terminamos de definir algunas cosas y Santino volvió a repetir el plan para que quedara lo más claro posible. Una vez terminado eso Bruno se retiró del departamento.
Santino me miraba descontento. Me acerqué a él y lo besé.

-¿Qué te pasa, mi amor?-le pregunté despegándome de sus labios.

-Nada.-me respondió.-Que te imagino con ese pelotudo y me dan ganas de ir a llenarle la cara de dedos.

-Basta. Hoy se termina todo.-le dije acariciándole el pelo.-Vas a ser siempre el primero.

-Primero y único.-me remarcó.-Espero que hoy salga todo bien.

-Sí, tranquilo.-le respondí.

-¿Vos estás nerviosa?-me preguntó.-La vas a romper en el escenario.

-Un poco.-le contesté.-Pero feliz por esta oportunidad.

-¿Y quien te la consiguió?-me preguntó.

-El novio más lindo.-le dije besándolo.-Gracias. Te amo mucho.

-Yo también, mi amor.-me respondió y me besó.




Tw: @janetroseblog

No hay comentarios:

Publicar un comentario