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viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo sesenta y dos


Narra Emma:

El camarín estaba lleno de chicas en busca del mismo sueño. Intenté controlar los nervios, esa noche tenía que disfrutar. Esperé a que llegara mi turno y luego cerré los ojos; antes de dirigirme al escenario pensé en mi mamá y en lo que me hubiese gustado que estuviera ahí para verme.
La mirada de todas las personas presentes hizo que mi corazón se acelerara. Respiré profundo y visualicé a Benjamín en medio de la multitud. Corrí la vista y lo vi a Santino en un sector, cruzamos miradas, me sonrió y me transmitió fuerza. Volví a clavar mi mirada en Benjamín y agarré el micrófono.

-Buenas noches a todos.-dije e hice una pausa mientras observaba todo el lugar.-Amo cantar y espero que puedan disfrutar lo que preparé.

Me volví a encontrar con la mirada de Benjamín y miles de imágenes se me cruzaron por la mente. Tenía que poder.

-Le dedico esta canción a una persona que quise mucho pero que me di cuenta que él a mi no y que no me merece.-dije mirándolo.-Hoy nuestra relación se termina.

Ahora sí, estaba preparada para comenzar a cantar.

Ya lo ves, ya lo ves
te olvidé, te olvidé

Ya lo ves, ya lo ves
ya lo vez amor esta vez te olvidé
en el closet, en un rincón están tus cosas 

esto se acabó

Narra Santino:

Miraba de vez en cuando a Benjamín para controlarlo. Emma la estaba rompiendo en el escenario, su voz era increíble y se movía muy bien en el espacio. Todas las personas presentes la miraban con mucha atención. De vez en cuando me miraba y yo le sonreía. Pero luego negué con la cabeza para que se concentrara en Benjamín.

Te juro que no te aguanto más 

no te quiero ya ni como amante 

Esta vez no ganarás 

te puedes marchar y no vuelvas jamás

Y si acaso piensas que esta vez voy a perdonar 

ya verás que nunca más me vuelves a engañar 

Ya lárgate…

Narra Emma:
Años soñando este momento. No había palabras para explicar lo que me generaba cantar. Me adueñé del escenario y dejé lo mejor de mí. La cara de Benjamín iba pasando de extrañada a desencajada y luego iba acumulando odio. Creo que nunca se hubiera imaginado semejante humillación.

¿Qué sabes tú de mí? 

No me hagas reír 

Tú creías que eras imprescindible 

pero sin tu amor no voy a morirme, baby


Narra Santino:

Tenía bien controlado a Benjamín, no fuera a ser cosa que se terminara yendo y arruinara todo. En un momento se volteó a mirarme y cruzamos miradas por unos segundos hasta que le corrí la mirada. Vi un poco más a Emma lucirse y luego desaparecí. Había llegado el momento de accionar. Salí rápido del lugar y me tomé un taxi.

¿Qué sabes tú de mí? 

No me hagas reír 

Me verás con otro hombre a mi lado 

ya lo ves traidor voy a sustituirte 

a olvidar tu amor…


Narra Emma:

Seguí cantando hasta terminar la canción de Beyoncé. El lugar estalló de aplausos y yo sonreí agradecida. Estaba tan contenta que dejé de mirar hacia donde estaba Benjamín. Escuché las palabras del hombre que organizaba el concurso y de otras personas, y luego me retiré para darle el lugar a la siguiente participante.
Me cambié de ropa, guardé todo rápido y salí del camarín donde me encontré con Bruno que estaba bastante nervioso. Lo abracé para que se relajara y me felicitó. 

-Dale, ahí que desaparecer de acá.-me dijo volviendo a caer en la realidad.

-¿Benjamín donde está?-pregunté intentando visualizarlo.

-No sé, se ocupa Tania.-me dijo empujándome para que avanzara.-Tenemos que salir ya.

Salimos rápido del lugar y nos subimos al auto. Bruno se puso al volante y nos empezamos a alejar.

-¿Sabes manejar?-le pregunté preocupada.

-Sí, tranquila.-me respondió.-Mejor que tu novio borracho manejo.

Llegamos hasta el lugar pactado con Santino y estacionamos. Ambos estábamos nerviosos pero empezamos a hablar un poco para que se pasara más rápido el tiempo.

-¿Tania te habló de mí estos días?-me preguntó de repente.

-Mmm.-murmuré pensando si debería decirle.-Sigue molesta por tu actitud, y no cree que sólo te haya pasado esa vez.

-¿Pero por qué no confía?-soltó molesto.-¿Acaso me vio más veces en ese estado?

-Ya se le va a pasar.-le dije para animarlo.-Ella está muy enamorada de vos.

-Vos me crees, ¿no?-me preguntó mirándome a los ojos.

-Sí, tranquilo.-le respondí.-Yo te creo.

-Aparte anda a saber que le dije.-me comentó.-Estaba muy mal, decía cada estupidez.

-Como que yo estoy buenísima y me tenes ganas...-le recordé y se empezó a reír.

-Perdón, posta.-me dijo.-Santino casi me asesina con la mirada. Y que no se entere Tania porque no nos arreglamos más.


Narra Santino:

Entré al edificio casi corriendo y llamé al ascensor. Cuando llegué al piso tardé unos segundos en encontrar cual era la llave pero finalmente entré. Cerré la puerta con cuidado y caminé a pasó ligero hacia la habitación. Saqué el bolso del armario y empecé a guardar toda la ropa ahí. Maldije a las mujeres por tener tanta cantidad de prendas. Guardé todo como pude y cerré el cierre del bolso. Salí de la habitación y cuando me encaminé hacia la puerta se me paralizó el corazón al ver a Benjamín parado en el medio del living mirándome fijo. 

-Al fin nos vemos las caras.-me dijo y sonrió con ironía.

Mierda. Mierda. Mierda. ¿Y ahora? ¿No había un plan b? Si lograba salir con vida de acá creo que Tania iba a morir ahorcada.

-Así que vos sos el amante de Emma...-dijo mientras avanzaba hacia mí.-Un gusto conocerte.

-Quédate ahí.-le dije marcando distancia.

-¿Pensaban que iban a poder pasarme?-me preguntó con tono de superioridad.-Cuando vos vas, yo ya fui y vine veinte veces, pendejo.

Su mirada tenía una mezcla de odio y locura. Creo que tendría que ir pensando en mi tumba.

-¿A dónde crees que vas con eso?-me preguntó al ver el bolso.-Soltalo.

-No.-le dije firme.-Emma no va a vivir más acá. No quiere y no la podes obligar.

-¡SOLTALO CARAJO!-pegó un grito y lo solté suspirando con fastidio.

-¿De qué mierda te sirve tener a Emma acá?-escupí con odio.-Ni vos la amas ni ella a vos. Déjala. 

-Problema mío que hago con mi novia y futura mujer.-me respondió.-No la conoces y no te conviene confiar en ella. Es muy manipuladora. Te va a hacer creer que te ama porque no tiene donde caerse muerta. Pero sos descartable para ella. En cuanto se enamore en serio, te dice chau.

-Cállate imbécil.-le dije.-Conozco muy bien a Emma, y más que vos.

-¿En serio estás enamorado de Emma?-me preguntó y se rió.-Es una pobre infeliz, no tiene nada bueno. Por eso la quiero a mi lado, la manejo como quiero.

-La amo a Emma como seguramente vos nunca en tu puta vida vas a amar y te van a amar.-le dije.-Es hermosa por dentro y por fuera. Es una gran persona. Es dulce, buena, compañera, divertida. Me enamoré de ella completamente.

-Que conmovedoras tus palabras.-me dijo y me aplaudió.-Podes ir olvidándote de ella porque va a seguir conmigo.

-No pienso dejar que le pongas un dedo más encima ni que la hagas sufrir.-le dije.

Me sonó el celular y cuando lo agarré era Emma. No llegué a atender porque me lo arrancó de la mano y lo tiró adentro de un florero lleno de agua. Apreté los puños y me controlé de no intentar desfigurarle la cara, era obvio quien iba a salir perdiendo si nos íbamos a la violencia.


Narra Emma:

No podía dejar de mirar la hora. El tiempo pasaba y Santino no aparecía. Me estaba empezando a preocupar. 

-Llama a Tania que yo llamo a Santino.-le dije a Bruno.

-En cuanto Tania ve mi número en la pantalla, me corta.-me respondió.

Suspiré y le saqué su celular de la mano y le di el mío.

-Llama del mío que yo llamo del tuyo.-dije al mismo tiempo que marcaba el número.

Estaba demasiado nerviosa. El plan no estaba saliendo tal cual lo habíamos pensado y cualquier pequeño error podía arruinarlo todo, y el final no iba a ser nada bueno si eso ocurría. 

-Está apagado.-dijimos al mismo tiempo con Bruno.

Esto ya no me estaba gustando. Me puse a pensar y me seguía resultando raro no haber visto a Benjamín a la salida. Tenía un mal presentimiento.

-Llévame al departamento de Benjamín.-le ordené firme a Bruno.

-No, Emma. Puede ser peligroso.-me respondió sin intenciones de poner en marcha el auto.

-Bruno, por favor.-le supliqué.-Le puede estar pasando algo a tu amigo.

-Pero le prometí cuidarte, no puedo llevarte ahí.-me explicó.-No puedo alterar el plan.

-El plan ya se fue al carajo, Bruno.-le dije un poco nerviosa.-Llévame, dale.-insistí.

No estaba muy de acuerdo pero me hizo caso. Estacionó en la puerta del edificio y me desabroché el cinturón de seguridad para luego bajar.

-No vas a ir sola, te acompaño.-me dijo convencido.

-Te mil agradezco, Bruno. Pero tengo que ir sola.-le dije mirándolo.-Si ves que tardo, hace algo.

-¿Qué hago?-preguntó preocupado.

-No sé.-le respondí ya sin ganas de mantener la conversación.-Algo se te va a ocurrir.-agregué bajando y alejándome del auto.

Al llegar a la puerta recordé que no tenía llaves porque se las había dado a Santino. El de seguridad al reconocerme se acercó a abrirme la puerta de entrada. Le mentí diciéndole que perdí las llaves y que necesitaba ingresar con urgencia a mi departamento. La suerte jugó a mi favor, el señor tenía una copia. Le sonreí agradecida y me encaminé al ascensor.


Narra Santino:
El clima comenzaba a ponerse tenso. Benjamín era más alto que yo y con más furia en su sangre. Además yo no era partidario de la violencia, claro estaba. Todos los problemas se pueden resolver con el diálogo. 
El ruido de una llave queriendo abrir la puerta nos sobresaltó a ambos y él me agarró por el cuello y me apretó el brazo con presión. La puerta se abrió y abrí los ojos como platos al ver a Emma. Evidentemente nada del plan iba a salir bien.

-Ah bueno.-expresó Benjamín al verla.-Pongo los fideos que estamos todos.

-¡Emma ándate!-le grité.-Salí Emma, ándate.

Permaneció quieta en el lugar sin intenciones de irse.

-ANDATE.-grité y le clavé la mirada.-Mi amor, por favor, anda con Bruno.-agregué y le patee el bolso.

Ignoró al bolso que se frenó en sus pies y negó con la cabeza.

-Benjamín no es necesario todo esto.-le dijo ella en tono pacífico pero su mirada estaba alarmada.-Déjalo ir.

-Me fascina esta escena. Es muy emotivo ver como los enamorados se defienden.-dijo él sin soltarme.-¿De verdad Emma me estabas engañando con esta clase de hombre? Pensé que te gustaban los más grandes, más maduros. No un pendejo de tu edad.

-En teoría no te estaba engañando porque nosotros ya no estábamos más, o sí, pero bajo tus amenazas.-le respondió ella.-Y vos me empezaste a engañar primero.

-No creo que sea muy lindo para tu amante escuchar que estás con él solo para vengarte de mí.-le respondió él.-Él creía que estabas enamorada. Muy cruel de tu parte decirle la verdad en su cara.

-No me psicópatees.- protestó luego de un suspiro.-Yo a él lo amo y encontré en él lo que siempre busqué y no encontré en ningún hombre. Me enamoró su personalidad, además de su belleza.

-¿Y él sabe que ayer me seduciste y me hiciste el amor salvaje?-le preguntó.

-Ya basta.-intervine sin querer escuchar.-Déjanos ir y listo.

-Nadie te pidió que hables.-me dijo y me pegó un rodillazo en el estómago.


Narra Emma:
Su grito de dolor me causó impresión.  Claramente todo esto se había ido de las manos. Benjamín era muy inteligente y no se cómo, pero siempre se daba cuenta de todo. Siempre estaba un escalón más avanzado que el resto.

-Por favor, no tiene nada que ver él, déjalo ir.-le supliqué.

Lo miraba a él y me miraba a mí como  si estuviera analizando la situación.

-Es algo que tenemos que resolver nosotros.-insistí.

-Emma no te voy a dejar sola con él.-acotó Santino.-De acá nos vamos juntos.

-No te pedí opinión.-le dijo Benjamín pegándole en la espalda y dejándolo arrodillado.

Aún lo tenía agarrado del brazo. Ya no soportaba la situación.

-Basta Benjamín, por favor, en serio.-le supliqué.-Me quedo acá pero déjalo ir a él.

Santino levantó la cabeza y me miró con decepción. Estaba echando todo para atrás, es verdad. Pero no podía permitir que el siguiera sufriendo y que Benjamín lo torturara por mi culpa. Era un problema mío y no quería involucrarlo más. Lo amaba y me importaba en serio. No podía soportar más ver como lo lastimaba. Me miró fijo y me negaba con la cabeza.

-Santino se va a ir y te prometo que no lo voy a ver más.-dije intentándolo convencer.-Y nosotros podemos hablar como dos personas civilizadas sin tener que llegar a estos extremos.

-¿Y cómo me aseguro que no lo vas a ver más?-se interesó.

-De la manera que vos quieras.-solté ya sin pensar en lo que decía.-Déjalo ir, por favor.

Lo meditó por varios segundos y luego lo soltó del brazo para agarrarlo brutamente del pelo y obligarlo a pararse. Se quejó del dolor y me miró mientras Benjamín lo hacía caminar hacia la puerta. Leyó mis labios decir sin sonido un "Perdón. Te amo" y agachó la cabeza. Benjamín abrió la puerta del apartamento llamando a seguridad y se lo llevaron.

-Fui muy claro cuando te dije que no me engañaras porque no te iba a gustar verme enojado.-me comentó Benjamín.

Observé el celular de Santino flotando en el florero y me acerqué a sacarlo para apoyarlo en la mesada. Cuando me di vuelta para mirar a Benjamín lo vi cerrando la puerta del apartamento con llave. Y cuando creí que su locura no podía llegar más lejos lo vi asomarse por la ventana y tirar los dos juegos de llaves y la copia con la que yo había ingresado. Empecé a temblar...ahora sí que nadie me salvaba.





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