Narra Emma:
El camarín estaba
lleno de chicas en busca del mismo sueño. Intenté controlar los nervios, esa
noche tenía que disfrutar. Esperé a que llegara mi turno y luego cerré los
ojos; antes de dirigirme al escenario pensé en mi mamá y en lo que me hubiese
gustado que estuviera ahí para verme.
La mirada de
todas las personas presentes hizo que mi corazón se acelerara. Respiré profundo
y visualicé a Benjamín en medio de la multitud. Corrí la vista y lo vi a
Santino en un sector, cruzamos miradas, me sonrió y me transmitió fuerza. Volví
a clavar mi mirada en Benjamín y agarré el micrófono.
-Buenas noches a
todos.-dije e hice una pausa mientras observaba todo el lugar.-Amo cantar y
espero que puedan disfrutar lo que preparé.
Me volví a
encontrar con la mirada de Benjamín y miles de imágenes se me cruzaron por la
mente. Tenía que poder.
-Le dedico esta
canción a una persona que quise mucho pero que me di cuenta que él a mi no y
que no me merece.-dije mirándolo.-Hoy nuestra relación se termina.
Ahora sí, estaba
preparada para comenzar a cantar.
Ya lo ves, ya lo ves
te olvidé, te olvidé
Ya lo ves, ya lo ves
ya lo vez amor esta vez te olvidé
en el closet, en un
rincón están tus cosas
esto se acabó
Narra Santino:
Miraba de vez en
cuando a Benjamín para controlarlo. Emma la estaba rompiendo en el escenario,
su voz era increíble y se movía muy bien en el espacio. Todas las personas
presentes la miraban con mucha atención. De vez en cuando me miraba y yo le
sonreía. Pero luego negué con la cabeza para que se concentrara en Benjamín.
Te juro que no te
aguanto más
no te quiero ya ni como
amante
Esta vez no ganarás
te puedes marchar y no
vuelvas jamás
Y si acaso piensas que
esta vez voy a perdonar
ya verás que nunca más
me vuelves a engañar
Ya lárgate…
Narra Emma:
Años soñando este
momento. No había palabras para explicar lo que me generaba cantar. Me adueñé
del escenario y dejé lo mejor de mí. La cara de Benjamín iba pasando de
extrañada a desencajada y luego iba acumulando odio. Creo que nunca se hubiera
imaginado semejante humillación.
¿Qué sabes tú de mí?
No me hagas reír
Tú creías que eras
imprescindible
pero sin tu amor no voy
a morirme, baby
Narra Santino:
Tenía bien
controlado a Benjamín, no fuera a ser cosa que se terminara yendo y arruinara
todo. En un momento se volteó a mirarme y cruzamos miradas por unos
segundos hasta que le corrí la mirada. Vi un poco más a Emma lucirse y luego
desaparecí. Había llegado el momento de accionar. Salí rápido del lugar y me
tomé un taxi.
¿Qué sabes tú de mí?
No me hagas reír
Me verás con otro
hombre a mi lado
ya lo ves traidor voy a
sustituirte
a olvidar tu amor…
Narra Emma:
Seguí cantando
hasta terminar la canción de Beyoncé. El lugar estalló de aplausos y yo sonreí agradecida.
Estaba tan contenta que dejé de mirar hacia donde estaba Benjamín. Escuché las
palabras del hombre que organizaba el concurso y de otras personas, y luego me
retiré para darle el lugar a la siguiente participante.
Me cambié de
ropa, guardé todo rápido y salí del camarín donde me encontré con Bruno que
estaba bastante nervioso. Lo abracé para que se relajara y me felicitó.
-Dale, ahí que
desaparecer de acá.-me dijo volviendo a caer en la realidad.
-¿Benjamín donde
está?-pregunté intentando visualizarlo.
-No sé, se ocupa
Tania.-me dijo empujándome para que avanzara.-Tenemos que salir ya.
Salimos rápido
del lugar y nos subimos al auto. Bruno se puso al volante y nos empezamos a
alejar.
-¿Sabes
manejar?-le pregunté preocupada.
-Sí, tranquila.-me
respondió.-Mejor que tu novio borracho manejo.
Llegamos hasta el
lugar pactado con Santino y estacionamos. Ambos estábamos nerviosos pero
empezamos a hablar un poco para que se pasara más rápido el tiempo.
-¿Tania te habló
de mí estos días?-me preguntó de repente.
-Mmm.-murmuré
pensando si debería decirle.-Sigue molesta por tu actitud, y no cree que sólo
te haya pasado esa vez.
-¿Pero por qué no
confía?-soltó molesto.-¿Acaso me vio más veces en ese estado?
-Ya se le va a
pasar.-le dije para animarlo.-Ella está muy enamorada de vos.
-Vos me crees,
¿no?-me preguntó mirándome a los ojos.
-Sí,
tranquilo.-le respondí.-Yo te creo.
-Aparte anda a
saber que le dije.-me comentó.-Estaba muy mal, decía cada estupidez.
-Como que yo
estoy buenísima y me tenes ganas...-le recordé y se empezó a reír.
-Perdón,
posta.-me dijo.-Santino casi me asesina con la mirada. Y que no se entere Tania
porque no nos arreglamos más.
Narra Santino:
Entré al edificio
casi corriendo y llamé al ascensor. Cuando llegué al piso tardé unos segundos
en encontrar cual era la llave pero finalmente entré. Cerré la puerta con
cuidado y caminé a pasó ligero hacia la habitación. Saqué el bolso del armario
y empecé a guardar toda la ropa ahí. Maldije a las mujeres por tener tanta
cantidad de prendas. Guardé todo como pude y cerré el cierre del bolso. Salí de
la habitación y cuando me encaminé hacia la puerta se me paralizó el corazón al
ver a Benjamín parado en el medio del living mirándome fijo.
-Al fin nos vemos
las caras.-me dijo y sonrió con ironía.
Mierda. Mierda.
Mierda. ¿Y ahora? ¿No había un plan b? Si lograba salir con vida de acá creo
que Tania iba a morir ahorcada.
-Así que vos sos
el amante de Emma...-dijo mientras avanzaba hacia mí.-Un gusto conocerte.
-Quédate ahí.-le
dije marcando distancia.
-¿Pensaban que
iban a poder pasarme?-me preguntó con tono de superioridad.-Cuando vos vas, yo
ya fui y vine veinte veces, pendejo.
Su mirada tenía
una mezcla de odio y locura. Creo que tendría que ir pensando en mi tumba.
-¿A dónde crees
que vas con eso?-me preguntó al ver el bolso.-Soltalo.
-No.-le dije
firme.-Emma no va a vivir más acá. No quiere y no la podes obligar.
-¡SOLTALO
CARAJO!-pegó un grito y lo solté suspirando con fastidio.
-¿De qué mierda
te sirve tener a Emma acá?-escupí con odio.-Ni vos la amas ni ella a vos.
Déjala.
-Problema mío que
hago con mi novia y futura mujer.-me respondió.-No la conoces y no te conviene
confiar en ella. Es muy manipuladora. Te va a hacer creer que te ama porque no
tiene donde caerse muerta. Pero sos descartable para ella. En cuanto se enamore
en serio, te dice chau.
-Cállate
imbécil.-le dije.-Conozco muy bien a Emma, y más que vos.
-¿En serio estás
enamorado de Emma?-me preguntó y se rió.-Es una pobre infeliz, no tiene nada
bueno. Por eso la quiero a mi lado, la manejo como quiero.
-La amo a Emma
como seguramente vos nunca en tu puta vida vas a amar y te van a amar.-le
dije.-Es hermosa por dentro y por fuera. Es una gran persona. Es dulce, buena,
compañera, divertida. Me enamoré de ella completamente.
-Que conmovedoras
tus palabras.-me dijo y me aplaudió.-Podes ir olvidándote de ella porque va a
seguir conmigo.
-No pienso dejar
que le pongas un dedo más encima ni que la hagas sufrir.-le dije.
Me sonó el
celular y cuando lo agarré era Emma. No llegué a atender porque me lo arrancó
de la mano y lo tiró adentro de un florero lleno de agua. Apreté los puños y me
controlé de no intentar desfigurarle la cara, era obvio quien iba a salir
perdiendo si nos íbamos a la violencia.
Narra Emma:
No podía dejar de
mirar la hora. El tiempo pasaba y Santino no aparecía. Me estaba empezando a
preocupar.
-Llama a Tania
que yo llamo a Santino.-le dije a Bruno.
-En cuanto Tania
ve mi número en la pantalla, me corta.-me respondió.
Suspiré y le
saqué su celular de la mano y le di el mío.
-Llama del mío
que yo llamo del tuyo.-dije al mismo tiempo que marcaba el número.
Estaba demasiado
nerviosa. El plan no estaba saliendo tal cual lo habíamos pensado y cualquier
pequeño error podía arruinarlo todo, y el final no iba a ser nada bueno si eso
ocurría.
-Está
apagado.-dijimos al mismo tiempo con Bruno.
Esto ya no me
estaba gustando. Me puse a pensar y me seguía resultando raro no haber visto a
Benjamín a la salida. Tenía un mal presentimiento.
-Llévame al
departamento de Benjamín.-le ordené firme a Bruno.
-No, Emma. Puede
ser peligroso.-me respondió sin intenciones de poner en marcha el auto.
-Bruno, por
favor.-le supliqué.-Le puede estar pasando algo a tu amigo.
-Pero le prometí
cuidarte, no puedo llevarte ahí.-me explicó.-No puedo alterar el plan.
-El plan ya se
fue al carajo, Bruno.-le dije un poco nerviosa.-Llévame, dale.-insistí.
No estaba muy de
acuerdo pero me hizo caso. Estacionó en la puerta del edificio y me desabroché
el cinturón de seguridad para luego bajar.
-No vas a ir
sola, te acompaño.-me dijo convencido.
-Te mil
agradezco, Bruno. Pero tengo que ir sola.-le dije mirándolo.-Si ves que tardo,
hace algo.
-¿Qué
hago?-preguntó preocupado.
-No sé.-le
respondí ya sin ganas de mantener la conversación.-Algo se te va a
ocurrir.-agregué bajando y alejándome del auto.
Al llegar a la
puerta recordé que no tenía llaves porque se las había dado a Santino. El de
seguridad al reconocerme se acercó a abrirme la puerta de entrada. Le mentí
diciéndole que perdí las llaves y que necesitaba ingresar con urgencia a mi
departamento. La suerte jugó a mi favor, el señor tenía una copia. Le sonreí
agradecida y me encaminé al ascensor.
Narra Santino:
El clima
comenzaba a ponerse tenso. Benjamín era más alto que yo y con más furia en su
sangre. Además yo no era partidario de la violencia, claro estaba. Todos los
problemas se pueden resolver con el diálogo.
El ruido de una
llave queriendo abrir la puerta nos sobresaltó a ambos y él me agarró por el
cuello y me apretó el brazo con presión. La puerta se abrió y abrí los ojos
como platos al ver a Emma. Evidentemente nada del plan iba a salir bien.
-Ah
bueno.-expresó Benjamín al verla.-Pongo los fideos que estamos todos.
-¡Emma ándate!-le
grité.-Salí Emma, ándate.
Permaneció quieta
en el lugar sin intenciones de irse.
-ANDATE.-grité y
le clavé la mirada.-Mi amor, por favor, anda con Bruno.-agregué y le patee el
bolso.
Ignoró al bolso
que se frenó en sus pies y negó con la cabeza.
-Benjamín no es
necesario todo esto.-le dijo ella en tono pacífico pero su mirada estaba
alarmada.-Déjalo ir.
-Me fascina esta
escena. Es muy emotivo ver como los enamorados se defienden.-dijo él sin
soltarme.-¿De verdad Emma me estabas engañando con esta clase de hombre? Pensé
que te gustaban los más grandes, más maduros. No un pendejo de tu edad.
-En teoría no te
estaba engañando porque nosotros ya no estábamos más, o sí, pero bajo tus
amenazas.-le respondió ella.-Y vos me empezaste a engañar primero.
-No creo que sea
muy lindo para tu amante escuchar que estás con él solo para vengarte de mí.-le
respondió él.-Él creía que estabas enamorada. Muy cruel de tu parte decirle la
verdad en su cara.
-No me
psicópatees.- protestó luego de un suspiro.-Yo a él lo amo y encontré en él lo
que siempre busqué y no encontré en ningún hombre. Me enamoró su personalidad,
además de su belleza.
-¿Y él sabe que
ayer me seduciste y me hiciste el amor salvaje?-le preguntó.
-Ya
basta.-intervine sin querer escuchar.-Déjanos ir y listo.
-Nadie te pidió
que hables.-me dijo y me pegó un rodillazo en el estómago.
Narra Emma:
Su grito de dolor
me causó impresión. Claramente todo esto se había ido de las manos.
Benjamín era muy inteligente y no se cómo, pero siempre se daba cuenta de todo.
Siempre estaba un escalón más avanzado que el resto.
-Por favor, no
tiene nada que ver él, déjalo ir.-le supliqué.
Lo miraba a él y
me miraba a mí como si estuviera analizando la situación.
-Es algo que
tenemos que resolver nosotros.-insistí.
-Emma no te voy a
dejar sola con él.-acotó Santino.-De acá nos vamos juntos.
-No te pedí
opinión.-le dijo Benjamín pegándole en la espalda y dejándolo arrodillado.
Aún lo tenía
agarrado del brazo. Ya no soportaba la situación.
-Basta Benjamín,
por favor, en serio.-le supliqué.-Me quedo acá pero déjalo ir a él.
Santino levantó
la cabeza y me miró con decepción. Estaba echando todo para atrás, es verdad.
Pero no podía permitir que el siguiera sufriendo y que Benjamín lo torturara
por mi culpa. Era un problema mío y no quería involucrarlo más. Lo amaba y me
importaba en serio. No podía soportar más ver como lo lastimaba. Me miró fijo y
me negaba con la cabeza.
-Santino se va a
ir y te prometo que no lo voy a ver más.-dije intentándolo convencer.-Y
nosotros podemos hablar como dos personas civilizadas sin tener que llegar a
estos extremos.
-¿Y cómo me
aseguro que no lo vas a ver más?-se interesó.
-De la manera que
vos quieras.-solté ya sin pensar en lo que decía.-Déjalo ir, por favor.
Lo meditó por
varios segundos y luego lo soltó del brazo para agarrarlo brutamente del pelo y
obligarlo a pararse. Se quejó del dolor y me miró mientras Benjamín lo hacía
caminar hacia la puerta. Leyó mis labios decir sin sonido un "Perdón. Te amo"
y agachó la cabeza. Benjamín abrió la puerta del apartamento llamando a
seguridad y se lo llevaron.
-Fui muy claro
cuando te dije que no me engañaras porque no te iba a gustar verme enojado.-me
comentó Benjamín.
Observé el
celular de Santino flotando en el florero y me acerqué a sacarlo para apoyarlo
en la mesada. Cuando me di vuelta para mirar a Benjamín lo vi cerrando la
puerta del apartamento con llave. Y cuando creí que su locura no podía llegar
más lejos lo vi asomarse por la ventana y tirar los dos juegos de llaves y la
copia con la que yo había ingresado. Empecé a temblar...ahora sí que nadie me
salvaba.
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