Narra Emma:
El sonido de los pájaros generaba armonía en el lugar. Varias
personas colaboraban en la cocina con la preparación del almuerzo. Murmullos y
risas por todos los sectores se avecinaban, haciendo notar que eran una familia
numerosa. De reojo observé a mi padre parado al lado de una de las puertas,
mirando con asombro, con inquietud y con cierta incomodidad. Noté en sus ojos
algo de angustia y a la vez admiración. Enseguida apareció el hermano más
grande de Santino y lo integró a una de esas conversaciones que solo les
interesa a los hombres. Terminé de cortar los tomates para la ensalada y me
retiré del sector para encaminarme al living de aquella casa.
-Me estás haciendo cualquier cosa.-protestaba Mora mientras su
hermano intentaba hacerle una trenza.-Me vas a dejar pelada.
Ver esa escena me causó cierta ternura y una sonrisa se me
dibujó en el rostro. Me acerqué haciendo que Santino se diera cuenta de mi
presencia.
-¿Muy complicado, amor?-me interesé, y se corrió para dejarme su
lugar.
Me llevó un poco de trabajo desenredarle el cabello, ya que su
hermano lo había llenado de nudos. Pero finalmente la dejé con una bella y
prolija trenza. Al rato nos dirigimos todos a una gran mesa que se encontraba
al aire libre. Habíamos organizado una comida entre ambas familias, aunque la
mía se reducía a mi padre.
Narra
Santino:
Estar rodeado de mi familia y de la mujer que amaba, me hacía
feliz. Se tocaron una gran variedad de temas de conversación, y se intentó
integrar a mi futuro suegro, ya que ninguno de los presentes quería que se
sintiera fuera de lugar. Por unos largos segundos noté como mi abuela no le
sacaba los ojos de encima a Emma; pero no la miraba mal, al contrario, lo hacía
con una leve pero imborrable sonrisa en su rostro. Me alegraba que todos los
integrantes de mi familia estuvieran encariñados con mi novia y futura mujer.
-Antes de servir el postre, me gustaría mostrarles el video de
nuestro viaje.-dijo mi hermana mayor que había viajado hace poco con su marido
e hijo.
Todos nos levantamos e ingresamos a la casa. En realidad, casi
todos, porque vi a lo lejos como Jazmín se la llevaba a Emma en otra dirección.
Yo agarré en brazos a mi sobrino y seguí al resto.
Narra Emma:
De repente Jazmín me susurró que necesitaba hablar conmigo y me
agarró del brazo, alejándome del lugar. Fuimos a caminar y me dejé envolver por
el estado pacífico que expulsaba la naturaleza. Empezó a darme vueltas sin
saber cómo decir lo que quería, estaba un poco nerviosa, y eso que estaba lejos
de ser tímida. Llegamos a unos bancos en donde se quiso sentar y finalmente
habló.
-No me siento cómoda hablando sobre este tema con las mujeres de
mi familia, y con vos tengo la confianza suficiente como para poder conversar
sobre esto.-me dijo y dejé que continuara.-Hace ya dos meses que estoy saliendo
con un chico…es más grande, está en la facultad él. Y estamos muy bien, tenemos
mucha química y nos queremos bastante. Pero él ya no se conforma solamente con
un sinfín de besos, necesita más.-hizo una pausa.-Y…yo soy virgen todavía.
-Jaz, en primer lugar, no te tiene que avergonzar ser virgen.
Como tampoco te tiene que apurar o detener los tiempos lo que hace el resto.-le dije e intente
buscar las palabras adecuadas.- La primera vez tiene que ser muy especial, en
el sentido que tenés que estar segura y hacerlo con una persona con la que
tengas confianza y realmente haya sentimientos de amor fuertes; ya que es algo
que nunca te vas a olvidar. Aparte la virginidad es algo tuyo y no se la podes
entregar a cualquiera.-hice una pausa.- ¿Vos te sentís presionada por él?
Se tomó unos segundos antes de responder.
-No sé si presionada, pero me siento confundida e insegura.-me
contestó.- A mi él me encanta, la paso bien y siento que estoy enamorada, pero
me siento con miedos. No sé si estoy preparada.
-Los límites y los tiempos los manejas vos, por más de que él
insista. Si de verdad te quiere no te va a presionar y te va a esperar el
tiempo que haga falta. Que ese tiempo no es exacto, no te puedo decir que a
tantos meses de relación tiene que ser…porque no funciona así. Es algo que se
da en el momento en el que se tiene que dar, que vos te vas a dar cuenta porque
vas a sentirte segura y lista para dar ese paso, lo vas a sentir en tu
interior.-le intenté explicar.-Pero nunca lo hagas como una obligación, él te
tiene que entender.
-Gracias por escucharme, necesitaba hablarlo con alguien.-me
dijo luego de un silencio que utilizó para reflexionar.
-No me tenés que agradecer. Siempre voy a estar para escucharte
y aconsejarte.-le respondí.- Igualmente me parece que no te tiene que dar
vergüenza hablarlo con tu mamá, te va a entender mejor que nadie porque es la
persona que más te conoce.-hice una pausa y le corrí un mechón de la
cara.-Aprovechala vos que la tenés, las madres siempre suelen tener la solución
para todo.
Narra
Santino:
Volvimos a la mesa al mismo tiempo que aparecieron Jazmín y mi
novia. Comimos el postre y seguimos con nuestras largas conversaciones. Después
del día que pasé ayer con Emma, propusimos esta reunión para anunciar nuestro
matrimonio; pero claramente, ellos todavía no sabían nada. Espere que se diera
el momento y luego me paré de la silla, pidiendo la atención de los presentes.
Emma se levantó también y le apreté fuerte la mano. Todas las miradas se
centraron en nosotros a la espera de la gran noticia.
-Quiero aprovechar que estamos todos para comunicarles
algo.-hice una pausa y la miré a Emma para luego volver a mirar al resto.-Nos
vamos a casar.-solté finalmente dejando a más de uno con la boca abierta.
A medida que iban saliendo del asombro, nos iban felicitando. Mi
madre estaba emocionada y me dio un abrazo que casi me asfixia. El padre de
Emma se quedó congelado en su lugar por millones de segundos, hasta que
finalmente reaccionó y se acercó a su hija para felicitarla, y luego a mí. Se
hacía un poco el frío, pero en el fondo sabía que le fascinaba la idea de
tenerme como yerno.
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