Narra Emma:
Me estaba
muriendo por dentro. No podía frenar las lágrimas. Él me sacó la mirada de
encima y se fue a sentar al sillón, de espalda a mí.
-Amplia, Emma.-me
dijo luego de varios segundos.
Permanecí en el
lugar. No quería hablar mirándole la espalda, pero tomé aire frenando el llanto
para poder darle una explicación.
-Ayer cuando
llegué a casa...-empecé a decir.
-Que volvías de
haber estado conmigo.-me interrumpió generándome más culpa.
-Sí.-apenas
acoté.-Benjamín me preparó una cena de reconciliación. Me pidió perdón por
todo, me dijo que me amaba y me propuso volver a intentarlo.-continúe.
No acotó nada y
esperó a que continuara.
-Obviamente le
respondí que no, que lo nuestro no tenía vuelta atrás, que todo lo que alguna
vez hubo había muerto. Y le expliqué que ya no sentía más nada y que no quería
seguir conviviendo con él.-seguí.
Su sobrino dijo
algo y él se levantó a buscarlo y luego se volvió a sentar con el nene sobre
sus piernas.
No me dijo nada y
yo seguí con el relato.
-Luego estábamos
discutiendo sobre que nunca le importé y que nunca me valoró. Y me lo
negó...hasta negó haberme engañado.-dije e hice una pausa.-Y de repente
entraron dos hombres armados y nos apuntaron.-agregué y llegué a ver su gesto
de preocupación.
Narra Santino:
Continué dándole
la espalda pese a que me moría por preguntarle como estaba y si alguno de esos
hombres la habían lastimado. Contuve mi preocupación y dejé que continuara.
-Empezaron a
gritarnos que le entregáramos dinero y lo miraban fijo a Benjamín exigiéndole,
mientras a mi me tenían agarrada del cuello con el revólver apoyado en mi
cabeza.
-¿Te
lastimaron?-me interesé dándome vuelta de repente, ya sin poderme contener.
Negó con la
cabeza y se acercó, sentándose enfrentada a mí.
-Benjamín me
defendió.-me comentó y le hice una expresión.-Te va a sorprender como me
sorprendió a mí, pero por primera vez sentí que le importo.
Senté a mi sobrino
a mi lado y me acomodé en el sillón.
-Y
bueno...después de eso yo quedé sensible y él aprovechó y continuó con su
relato y se acercó...-dije y suspiré.-Y nos besamos.
Estaba por hacer
un comentario pero me interrumpió.
-Y sentí mucho
rechazo. Y no quería y me acordé de vos, porque tus besos son los únicos que me
llenan.-me dijo volviendo a aparecer las lágrimas en sus mejillas.-Sólo en tus
brazos soy feliz.
Me la quedé
mirando. Me destrozaba verla llorar pero también me dolía que se haya acostado
con otro hombre.
-Después quiso ir
más allá y me llevó a la cama...-siguió diciendo.
-Detalles de eso
no, por favor.-le pedí sin mirarla.
Narra Emma:
No sabía que
película se estaba haciendo en su cabeza pero necesitaba que entienda que no lo
hice apropósito. Que no quería estar con Benjamín, que no tuve ninguna
intención.
-Me negué
infinitas veces porque yo no quería. Pero me obligó...y...-dije sin poder
calmar el llanto.-Tuve que hacerlo.
Respiró profundo
pero no dijo nada. Ni siquiera me miraba.
Narra Santino:
Apreté los puños.
Tenía muchas ganas de desfigurarle la cara a ese imbécil.
Narra Emma:
-Santino te juro
que lo que menos quiero es lastimarte. Tampoco quiero que pienses que estoy
jugando con vos.-le intenté explicar.
Me sequé las lágrimas
pero se me seguían escapando.
-Estás en todo tu
derecho de enojarte. Yo no puedo darte lo que mereces. Y te juro que me
duele.-le dije sincera.-Me encantaría que no estés en ese lugar de mierda de
ser el segundo, de ser el "amante" pero es todo mucho más complicado
y no se cómo diablos manejar toda esta situación.-agregué quebrando en llanto.
Narra Santino:
La miré a los
ojos y pude ver la tristeza que llevaba acumulada.
-Perdóname.-me
dijo con los ojos rojos y se me rompió el alma en mil pedazos.
Seguía hablando
sola mientras yo la miraba e intentaba entender por qué no me di cuenta antes que
estaba sufriendo más de lo que imaginaba.
-Sólo quiero que
sepas que yo me sentía perdida hasta que te conocí.-me dijo.-Vos me devolviste
la sonrisa. Vos te preocupaste por mi y me enseñaste a quererme.
Ni sabía por qué
estaba llorando yo también. Creo que verlo así a ella era lo que me destrozaba.
La amaba tanto que no soportaba verla sufrir y torturarse de esa manera.
-Porque para
estar bien con alguien primero tengo que estar bien conmigo. Me dijiste vos.-me
dijo.-Pero algunas cosas no dependen de mí.
Seguí callado, y
ella se levantó y me miró.
-Si queres
odiarme estás en todo tu derecho. Te mereces ser feliz y yo lo único que hago
es hacerte sufrir..-me dijo.-Chau.
Se dirigió hacia
la puerta. Me sequé las lágrimas y la seguí, frenándola.
Quedamos
enfrentados y su espalda quedó pegada a la puerta. Me acerqué quedando a
centímetros.
-Te amo.-le dije
sin sacarle los ojos de encima.
-¿Qué?-me miró
extrañada.
Ella seguramente
estaba esperando que la odiara, que estuviera enojado y que no la perdonara.
Pero no podía.
-Te amo, Emma.-le
repetí y se le llenaron los ojos de lágrimas.-No puedo odiarte.-agregué negando
con la cabeza.-Estoy completamente enamorado de vos.
Narra Emma:
Me quedé dura.
¿Acaso estaba soñando? No podía creer todo lo que estaba escuchando. Era su
primer "te amo". No me lo esperaba y menos en ese preciso momento.
-No te voy a
decir que me hace feliz el hecho de que te hayas acostado con otro hombre,
porque me da mucha bronca y lo quiero matar.-me dijo.-Pero sé que no fue
apropósito. Sé que me amas, lo veo en tus ojos.
Le estaba por
contestar pero me hundió en sus brazos y me aferré a él.
-No llores más,
por favor.-me susurró.
Mi respiración se
veía afectada por el llanto. Mis manos rasguñaban su remera para pegarme más a
él. Sus dedos se deslizaban por mi espalda y con su otra mano me acariciaba
delicadamente mi largo cabello.
Quise decir algo
pero empecé a toser y él me calmó.
-Tranquila, mi
amor.-me dijo abrazándome más.-Tranquila.
Permanecí entre
sus brazos por un largo rato. Poco a poco fui tranquilizándome y recuperando el
aliento. Me sentía rara. Creo que el hecho de que no me haya insultado ni
gritado me generaba más culpa. Me despegué de su cuerpo lentamente y lo hice
dar un paso para atrás. Me secó las lágrimas que me habían quedado y me miró
con ternura.
-¿Estás bien?-me
preguntó corriéndome el pelo de la cara.
Asentí con la
cabeza. Realmente no sabía que decir. Y volverle a pedir perdón me pareció que
lo iba a alterar.
Me agarró de la
mano y volvimos al sillón, pero esta vez nos sentamos uno al lado del otro.
-Necesito que
hablemos.-me dijo y justo sonó el timbre.-Dame un segundo.-agregó yendo a
atender.
Narra Santino:
Era mi hermana
que venía a buscar a Franco.
-Hola.-dijo
ingresando y mirando a Emma.
-Hola.-le dijo
Emma levantándose para saludarla.-Se quedó dormido.-le comentó mirando a
Franco.
Lo alzo y nos
saludó. Los acompañé hasta la puerta y le di un beso en la frente a mi sobrino
antes de que se retirarán.
-Ahora sí.-le
dije volviendo al sillón.
-Santi, yo tengo
que ir volviendo porque Benjamín...-me empezó a decir.
-Me importa poco
y nada Benjamín.-la interrumpí.-Necesito que hablemos ahora.
Me estuvo por
responder algo pero se arrepintió.
-Quiero que
confíes en mí y me cuentes todo lo que todavía no me contaste sobre tu relación
con él.-le dije.-Y esta vez no me ocultes nada.-agrego serio.
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