Narra Emma:
Despegué
lentamente mis labios de los suyos y mi mirada se encontró con sus ojos verdes.
Le sonreí y cuando me devolvió la sonrisa, lo abracé. Hundí mi cabeza en su
pecho y cerré los ojos. Sus brazos me aferraron más a él y luego con una mano
me acarició el pelo. Tan sólo quería detener el tiempo en ese instante.
Narra Santino:
Suspiré
felicidad. No quería soltarla, deseaba tenerla en mis brazos eternamente.
Evitaba pensar en el mañana porque tenía miedo que todo vuelva a ser como antes
y continúe la cuenta regresiva para convertirse en la mujer de otro hombre.
Alejé esos pensamientos para sólo disfrutar el aquí y ahora.
Narra Emma:
Permanecimos en
esa posición por varios minutos. Luego abrí los ojos y tomé un poco de
distancia. Sentí una mezcla de emociones. Pensé en el mañana, en mi papá, en
Benjamín, en el casamiento. De pronto me agarró angustia.
-¿Y ahora?-le
pregunté mirándolo a los ojos.-¿Cómo sigo después de esto?
Narra Santino:
Sus ojos se
cristalizaron. Temí que se largara a llorar. Si se quebraba no lo iba a poder
soportar. Sabía perfectamente a que se refería con su pregunta y un poco me
dolía que siga considerando la idea del matrimonio. Por mi parte sentía que no
quería dejarla ir.
-Te quiero,
Emma.-sólo pude responder y volví a besarla.
-¿Y
Agustina?-preguntó separándose.
-No estamos
más.-le respondí entre besos.
Narra Emma:
Me dejé llevar.
Sus besos me trasladaban a otro planeta. Las agujas del reloj avanzaban pero
para mí se había detenido el tiempo. Quería escaparme con él bien lejos, y como
me aterraba esa idea. ¿A qué le temía?
Narra Santino:
Me estaba
volviendo adicto a sus besos. Por un momento miré la hora y supe que había que
volver. Le agarré la mano y entramos. Agarró su cartera y nos fuimos al auto.
Arranqué. Puso un poco de música y al rato se quedó dormida.
Narra Emma:
Desperté cuando
ya estábamos por llegar. Ahora sí tenía que enfrentar los problemas.
-¿A dónde te
llevo?-preguntó.
Narra Santino:
Por un momento
tuve la esperanza de que me pida que la lleve a la casa de alguna de sus amigas
o, en su defecto, a mi casa.
-A mi
departamento.-respondió, y eso significaba volver a convivir con Benjamín.
-Perfecto.-me
limité a responder.
Narra Emma:
Estacionó en la
puerta del edificio y permaneció en silencio. Supuse que no le gustaba la idea
de dejarme ahí. Me estaba por bajar del auto pero me giré hacia él y lo miré.
-Que lo que pasó
quedé entre nosotros.-le pedí.
-¿Ni compartirlo
con Bruno y Tania?-se interesó.
-Ni compartirlo
con Bruno y Tania.-confirmé.
-Como
digas.-expresó y me bajé del auto.
Narra Santino:
Esperé a que
ingresara al edificio y arranqué. En el trayecto a mi departamento no pude
dejar de pensar en todo lo que había pasado con ella y en sus besos.
Narra Emma:
Me costó
encontrar las llaves en mi cartera pero finalmente abrí la puerta. Me dirigí
lentamente a la habitación y pensé que no iba a estar Benjamín. Creí que estaba
con su amante o sus amantes, a esta altura ya no sabía que imaginar. Pero
estaba ahí, durmiendo del lado izquierdo en la cama matrimonial. De repente
abrió sus ojos y me miró.
-¿Qué hora
es?-preguntó estirándose.
-Las 6 de la
mañana.-respondí luego de mirar la hora.
-¿De dónde
venís?-se interesó luego de un silencio.
-Sin
interrogatorio.-le pedí.-Volví pero todavía no decidí nada.
-Bueno, te
comento que tuve que hablar con tu papá y está desesperado con querer hablar
con vos.-me dijo mientras se levantaba de la cama y se vestía para ir a
trabajar.
-¿Cómo que
hablaste?-pregunté.-¿Le contaste?
-Sí, le tuve que
decir que estábamos como en una especie de tiempo, por así decirlo. Y que no
sabías si te querías casar.-respondió con tranquilidad.
-¿Y cómo se lo
tomó?-insistí, preocupada.
-Supongo que no
le gustó mucho.-se limitó a responder y pasó por el baño.
Narra Santino:
Gala me recibió
muy alegre. Me agaché y la acaricié unos segundos. Dicen que los perros al ver
a sus dueños sienten lo mismo que sentimos nosotros cuando vemos a la persona
que nos gusta. Pensé un rato en eso. Luego subí a mi habitación y me encontré
con los apuntes de la facultad...y sí, era hora de estudiar.
Twitter: @janetroseblog
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