Vistas de página en total

lunes, 10 de febrero de 2014

Capítulo veintiuno


Narra Emma:

Amanecí con los ojos hinchados de tanto llorar. Luego de ver el mensaje de respuesta de Santino, me había quedado dormida. Encendí el velador y agarré el celular y vi que tenía un mensaje de Santino sin leer. Lo abrí: "Me quedé preocupado. ¿Estás bien? Cualquier cosa llámame". Permanecí unos minutos más en la cama y después me levanté para desayunar.


Narra Santino:

A pesar de no haber dormido, no tenía sueño. Volví de la facultad y me senté en el sillón a ver un poco de televisión mientras mi perra daba vueltas por todo el departamento. De repente empezó a sonar mi celular y vi que me estaba llamando Emma.

-Emma.-dije al atender.

-Hola.-apenas respondió.-¿Estás ocupado?

-No, no. Recién vine de la facu y en un ratito voy a sacar a pasear a Gala.-le contesté.-¿Vos todo bien?

-Sí, un poco mejor.-me dijo.-Perdón por el mensaje de ayer, fue un impulso.

-Todo bien.-le dije.-¿Qué pasó?

-Discusiones con Benjamín, lo mismo de siempre.-me contó.-No sé para que volví.

-Y ándate de ahí.-le sugerí.-Podes ir a lo de Tania.

-Es más complicado de lo que vos crees.-soltó después de un suspiro.

-Yo lo veo fácil. No estás bien con Benjamín, no te queres casar. Le cortas definitivo y te vas de ahí.-acoté.

Se quedó en silencio.

-¿Qué es lo que impide que hagas eso?-me interesé.-¿Hay algo más en el medio que no me contaste?

-Es difícil.-se limitó a responder.

-Si no me queres contar, está bien.-le dije.-Pero no hagas nada que vaya en contra de lo que te hace bien.

-Gracias por escucharme.-me dijo.-Anda a sacar a pasear a Gala, yo me voy a cocinar.-agregó y cortó.


Narra Emma:

A la tarde me llamó Tania avisándome que organizó una merienda con los amigos de Bruno para que nos conociéramos entre todos. Me pidió que le pase a las chicas la dirección del departamento de Santino, ya que ahí nos íbamos a juntar.


Narra Santino:

Me encontraba en el departamento con mis amigos esperando que lleguen las chicas. A Tania la conocíamos todos pero Bruno de las amigas de ella solo conocía a Emma. Bueno, yo también solo conocía a Emma. En realidad las había visto a todas el primer día en el boliche, pero no me acordaba. De pronto sonó el timbre y fui a abrir la puerta. A medida que iban entrando me saludaban con un beso en la mejilla, y las dos que no conocía me dijeron sus nombres: Lourdes y Josefina.

-Vengan chicas, acérquense.-dijo Bruno haciendo lugar en la mesa de la cocina para que entremos todos.

Con Emma me quedé unos pasos más atrás.

-¿Estás mejor?-me interesé.

-Sí, gracias por preguntar.-me respondió antes de unirnos al resto.


Narra Emma:

Nos presentamos entre todos y empezamos a conversar. Tenían todos muy buena onda. Durante la merienda noté que Josefina miraba mucho a Santino. Y conocía muy bien su mirada cuando le gustaba alguien. Sólo esperaba estar equivocándome. Lo único que faltaba era que mi única amiga soltera se fije justo en Santino, teniendo a los otros amigos de Bruno. Algunos se levantaron y se fueron a sentar al sillón. Me quedé en la cocina con Santino, Josefina, Bruno y Tania. 


Narra Santino:

Luego de un rato de charla, me levanté y me sumé al grupito que estaba en el living. Le pedí a Lourdes que me haga un lugar en el sillón.


Narra Emma:

La vista de Josefina recorrió todo los movimientos de Santino al irse. Bruno y Tania empezaron a los besos, y Jose se acercó a mi.

-Me encanta, amiga.-me dijo con la mirada en el living.

-¿Quién?-pregunté, aunque ya era obvia la respuesta.

-Santino.-me contestó embobada.-Es hermoso.

Tragué saliva y no dije nada. Estaba ocurriendo lo que no quería que pasara.

-Me dijo Tania que sos su amiga.-siguió.-¿Sabes si está saliendo con alguien o tiene novia, algo?

-Em, no...creo que no está con nadie.-le respondí luego de un silencio.


Narra Santino:

La estábamos pasando bien, las conversaciones nos llevaban a risas. Luego de un rato el grupito de la cocina se acercó al living. Me levanté del sillón para poner un poco de música.

-Está muy lindo el departamento.-me dijo Josefina acercándose, mientras yo buscaba unos cds.

-Gracias.-le respondí y sonreí.

-Vivís solo, ¿no?-se interesó.

-Así es. Mucha responsabilidad pero me la banco.-le respondí y reí.-Igual soy bastante ordenado, ¿o no?

-Sí, la verdad que si.-me contestó mirando a alrededor.-¿Lo mantenes vos?

-¿Económicamente?-le pregunté, encontrando el cd que buscaba.-Lo mantienen mis papás, pero estoy buscando trabajo para mantenerlo yo.


Narra Emma:

No podía dejar de mirar el sector donde estaban Santino y Josefina. Él estaba con un cd en la mano, enfrentado a ella, y conversaban y sonreían. Moría de celos. Hasta qué no aguanté...

-Santi, ¿y la música?-le pregunté desde mi lugar.

-Si, perdón.-respondió yendo a poner el cd.-Ahora pongo.


Narra Santino:

La hora pasaba y no nos dábamos cuenta. Luego de a poco se fueron retirando, ya que mañana muchos tenían que trabajar o ir a trabajar; en algunos casos, ambas. Llegó un momento donde quedábamos sólo Bruno, Tania, Josefina, Emma y yo.


Narra Emma:

Era un poco bastante incómoda la situación. Había momentos en que Bruno y Tania comenzaban con sus demostraciones afectivas, y Josefina se entretenía conversando con Santino. Porque habían encontrado temas de interés común y ambos se encontraban demasiados metidos en esos debates para darse cuenta que yo estaba sobrando. Y nuevamente la maldita sensación de ser "día jueves". 
Josefina siempre fue malísima para disimular. Creo que en la juntada todos se habían dado cuenta que estaba atrás de él. Por suerte mis celos no se notaron, o al menos no sospechaban. ¿Quién iba a pensar que estando a tres días de casarme iba a tener celos de que mi amiga le gustara Santino?


Narra Santino:

Después de un rato Bruno y Tania se retiraron. La integré a Emma, que me estaba mirando fijo, a la conversación y estuvimos un rato más.

-Bueno, ya se hizo tarde.-dijo Josefina levantándose del sillón.-¿Vamos Emma?

-Ella se queda un rato más.-me apresuré antes de que Emma conteste.-Me tiene que ayudar con algo.

-Ah, esta bien.-acotó Josefina.-Nos vemos entonces, chau.-agregó saludándonos.

La acompañé hasta la puerta y cuando se fue me giré hacia Emma.

-¿Vos tomas decisiones por mí?-me preguntó, seria.

-Sí.-le respondí.-Tengo ganas de estar un rato solo con vos.-agregué acercándome hacia dónde ella estaba.

-Pensé que estabas muy interesado con la charla sobre arte.-me dijo y reí.

-¿Vos estás celosa?-me interesé.

-Ay no, Santino. No estoy celosa.-me respondió.

-Al principio dudé, pero sí...estás celosa.-le dije.

-No me causa gracia que una amiga mía guste de vos.-expresó mirándome.

-Bueno.-dije exagerando la letra e.-Tampoco es que gusta de mí. Ponele que me tiene ganas, pero hasta ahí.

-¡Pero es mi amiga!-insistió.

-Tampoco yo tengo la culpa de mi belleza.-le dije haciéndome el superado.

-¿Estás en canchero? ¿Qué te pasa a vos?-me dijo un poco molesta pero luego se río.


Narra Emma:

Permaneció en silencio y se acercó un poco más a mí. Estábamos parados en el medio del living.

-Hablemos en serio ahora.-me dijo.

Me lo quedé mirando.

-Quiero saber que significó para vos lo que pasó el otro día entre nosotros.-me dijo mirándome a los ojos y me acomodó el pelo con sus manos.

Le estaba por responder pero me interrumpió.

-Y no quiero que involucres a Benjamín o al casamiento en la respuesta.-me advirtió.-Quiero la verdad.

Suspiré y me tomé unos segundos antes de responder.

-Sentí cosas fuertes cuando me besaste. Y tuve la sensación de no querer que te alejaras.-le confesé.-Me gustas, y mucho.

-Pero...-acotó e hizo una pausa.-No sos capaz de jugarte por mí.

-No arruines el momento reprochándome eso ahora.-le pedí.-Te acabo de confesar lo que sentía.

-Sí, lo escuché atentamente y me encantó.-me dijo y sonrío.-Pero quiero que te la juegues por lo que sentís.

-Por el momento no puedo.-le dije.-Hagamos como el otro día, dejemos de lado el tema de Benjamín y el casamiento.

-Bueno, está bien.-dijo rompiendo con la poca distancia que quedaba entre nosotros.-Sólo existimos vos y yo.

Me miró fijo a los ojos, sonrío y luego me beso. Mis manos se encontraban en su espalda y las suyas por debajo de mi pelo, cerca de la nuca. Sus besos me llenaban de paz.


Twitter: @janetroseblog

No hay comentarios:

Publicar un comentario