Narra
Santino:
No dejaba de mirarla con una sonrisa en el rostro. Había logrado, a su manera, ponerme los pies
sobre la tierra. Me habían emocionado sus palabras, me habían hecho reaccionar.
Y fue en ese mismo instante en el que me di cuenta que Emma ya no era lo misma,
o tal vez sí, pero había mejorado mucho. Lejos había quedado esa mujer
negativa, depresiva, insegura, dependiente. También fue en ese mismo momento en
el que la miré a los ojos y supe que hablaba en serio, que cada palabra salía
desde el fondo de su alma, y que realmente estaba enamorada. Que me amaba con la misma intensidad que yo a ella. Y me sentía un completo idiota
por haber dudado de eso en algún momento. Tenía una mezcla de sentimientos que
era casi imposible poder pasarlos a palabras.
-¿Sabes lo que estoy necesitando?- le pregunté, con sus ojos
clavados en mí.
-¿Qué?- se interesó, y pude notar que tenía los ojos vidriosos.
-Una dosis de tus besos.-le respondí, provocando que se mordiera
el labio inferior.
Se acercó lentamente y se acostó al lado mío en la cama. Nos
miramos a los ojos unos segundos y luego unimos nuestros labios. Era un beso
despacio, tierno, con amor. Y como me habían hecho falta durante estos días el
contacto de nuestras bocas, sentirla cerca, sentirla mía. El sabor salado de
sus lágrimas me hizo distanciarme. Le acaricié la mejilla, secándola.
-Te amo, y quiero que estés bien, ¿sí?-me dijo con dulzura, y
asentí, volviéndola a besar.
El ruido de las llaves nos interrumpió. Nos separamos sin dejar
de mirarnos, y le grité a Mora para que subiera. En segundos la tenía parada en
la puerta de la habitación, con algo de miedo a ingresar. Le sonreí y vino
corriendo a mis brazos.
-Despacio, que están las piernas de tu hermano.- le dijo con
cuidado Emma, al ver que se lanzaba a la cama.
-Perdón si te hice sentir mal, hermosa.-le dije aferrándola a mi
cuerpo.- Te quiero mucho.
-Yo te quiero más.-me respondió abrazándome.
-No, yo más.-la contradije y le di un beso en la mejilla.- Y no
digas nada, pero sos mi hermana preferida.-le susuré.
Narra Emma:
Levanté la cabeza y la vi a Tania en la puerta. Nos avisó que se
iba y nos saludó antes de retirarse del apartamento. Al rato vino la madre de
Santino a llevarse a Mora y bajé a abrirle.
-¿En qué estábamos nosotros?- me preguntó cuando volví.- Necesito
de tus besos, amor.-me dijo haciendo puchero, al ver que no me acercaba.
-Estábamos en que no voy a dejar que te quedes todo el día ahí
acostado, deprimiéndote.- le dije firme.- ¿Querés pintar?- le propuse con una
sonrisa, pero descarté esa idea al ver su cara de desagrado.- Ya sé, vamos a la
plaza y llevamos la guitarra. Dale, levántate.-agregué dándole la mano para
ayudarlo.
Agarró mi mano y me hizo caer sobre el él. Capturó mis labios en
un beso lleno de amor.
-Dale, Santi.-insistí, separándome y volviéndome a levantar.
Lo ayudé a pararse y a sentarse en la silla de ruedas.
Narra
Santino:
Llegamos a la plaza más cercana y buscamos un lugar para
sentarnos, bueno…para sentarse ella. El día estaba hermoso, soleado y sin
ninguna nube. Disfrutamos de la naturaleza mientras hablamos un buen rato. Si
bien seguía deprimido, por momentos ella lograba sacarme una sonrisa y hacerme
reír. Luego agarré la guitarra y pensé una canción para cantar. Se me vino a la
mente una hermosa canción para dedicarle. Así que empecé a entonar, mientras
ella me miraba hipnotizada.
Fui bajo
las estrellas y te canté al oído
Te desnudé mi alma para que tú entiendas que te necesito
Lo nuestro es una historia de sueños infinitos
Que se hacen realidad tan solo con besar tus labios despacito
Te desnudé mi alma para que tú entiendas que te necesito
Lo nuestro es una historia de sueños infinitos
Que se hacen realidad tan solo con besar tus labios despacito
Es como un
premio a mis sentidos
Ésta sensación
Mi corazón se acelera, se enciende, se eleva cuando estoy contigo
Me enfrento solo al dolor en este mundo de hoy si tú no estás conmigo
Mi corazón desespera, te ama y se entrega y se siente vivo
No hay nada más hermoso que sentir amor
Amor correspondido… amor correspondido
Ésta sensación
Mi corazón se acelera, se enciende, se eleva cuando estoy contigo
Me enfrento solo al dolor en este mundo de hoy si tú no estás conmigo
Mi corazón desespera, te ama y se entrega y se siente vivo
No hay nada más hermoso que sentir amor
Amor correspondido… amor correspondido
Ya me había olvidado de lo que me apasionaba cantar. Era algo
que me llenaba el alma. Acepto que jugar al fútbol siempre fue mi prioridad,
pero no me quedaba otra opción que olvidarme de eso, ya que era algo que aunque
me doliera, no iba a poder hacer nunca más.
Una caricia tuya es como un aguacero
Me hace tanto bien que en el amanecer despierta mi universo
Es como un premio a mis sentidos
Ésta sensación
Mi corazón se acelera, se enciende, se eleva cuando estoy contigo
Me enfrento solo al dolor en este mundo de hoy si tú no estás conmigo
Mi corazón desespera, te ama y se entrega y se siente vivo
No hay nada más hermoso que sentir amor
Amor correspondido… amor correspondido
Sólo desvié mi mirada de los ojos de Emma cuando noté que se
habían acercado varias personas a escucharme. Pero no tardé mucho en volver a
fijarme en ella y en su hermosa sonrisa. A veces uno no encuentra las palabras
exactas para explicarle a alguien lo que siente, y muchas veces las letras de
las canciones nos ayudan.
En el frio de la noche yo seré tu abrigo
El lucero que te guía siempre en el camino
Mi corazón se acelera, se enciende, se eleva cuando estoy contigo
Me enfrento solo al dolor en este mundo de hoy si tú no estás conmigo
Mi corazón desespera, te ama y se entrega y se siente vivo
No hay nada más hermoso que sentir amor
Amor correspondido… amor correspondido
Narra Emma:
Volvimos al apartamento y lo ayudé a subir las escaleras.
Entramos a la habitación y se acostó en la cama. Me puse a acomodar unas cosas
y luego lo miré, encontrándome con su mirada fija en mí.
-Te deseo. Ahora. Ya.-me comentó sin sacarme la vista de encima.
Y la verdad era que yo también lo deseaba. Yo también necesitaba
que nuestra piel entrara en contacto. Me hacía bien. Lo amaba. Me saqué la
remera que llevaba puesta y luego me deshice del jean, quedando en ropa
interior. Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza y se le dibujó una leve
sonrisa en el rostro. Me acerqué a donde estaba y le saqué cuidadosamente el
pantalón. Él se sacó bruscamente la remera y me tiró sobre su cuerpo. No hacía
falta hablar, con la mirada nos decíamos todo. Comencé a sentir sus labios en
mi cuello y cerré los ojos. Sus manos acariciaron lentamente mi espalda y me
desabrocharon el sostén, tirándolo por ahí. Busqué sus labios y lo besé con
pasión. Me separé y fui dejando besos húmedos por su pecho. Nos deshicimos de las
prendas que sobraban y con mucho cuidado, buscando la posición para no
lastimarlo, hicimos el amor.
Narra
Santino:
La amaba con locura. La amaba con la vida. La amaba para
siempre.
-Te amo con toda mi alma.-me susurró en el oído con la
respiración agitada.
-Yo también, mi amor.-le respondí acurrucándola a mi pecho y
acariciándole el pelo.-Yo también.
@janetroseblog
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