Narra Emma:
Sentía sus manos
deslizarse por mi espalda. Mis brazos se encontraban rodeando su cuello.
Despegué suavemente mi cabeza de su pecho y la alcé, mirándolo a los ojos. Él
tenía su cabeza inclinada hacia abajo y nuestras narices llegaban a rozarse.
Narra Santino:
Contuve mis ganas
de besarla. Saqué sus manos de mí y tomé cierta distancia. Permanecí en
silencio.
Narra Emma:
No podía entender
porque se alejaba. El otro día quiso besarme y ahora me rechazaba. ¿Cómo era
posible? Seguía parado frente a mí.
-Discutí con mi
novio.-le comenté.-Y no tengo a donde ir.
-Entra.-me dijo
haciéndome pasar y cerrando la puerta.-Podes quedarte, no hay problema.
Narra Santino:
Mi perra se
despertó y vino corriendo hacia Emma, comenzando a saltarle.
-Salí, Gala.-dije
sacándosela de encima.
-No quiero
molestarte.-acotó.-Duermo en el sillón y apenas me despierto me voy.
-Está bien.-me
limité a decir.
Narra Emma:
Lo notaba muy
distante, antes no me hablaba así. No me gustaba sentirlo lejos. Se dio vuelta
dirigiéndose a las escaleras, con Gala detrás de él.
Narra Santino:
Subí los primeros
dos escalones y me frené. Suspiré. Le ordené a Gala subir a mi habitación y me
volví hacia Emma. Había dejado sus zapatos en el piso y estaba sentada, a punto
de acostarse.
-Emma, vos no sos
feliz.-comenté y vi como sus ojos se pusieron vidriosos.
Me acerqué y me
senté en el sillón individual que se hallaba en frente del sillón-cama donde
estaba ella.
-Mira, yo no me
quiero meter en tu vida.-le dije.-Pero hay momentos en que uno tiene que ver
donde está parado y hacia donde quiere ir.
Ella tenía su
mirada en mí. Me escuchaba con atención, pero no acotaba nada.
-Si a uno no le
gusta la vida que lleva, la puede cambiar.-continué.-Pero resignarse no es la
solución.
La miré.
Permaneció en silencio.
-No hay que saber
demasiado sobre tu relación para darse cuenta que vos no haces lo que te gusta,
sino que te adaptas a él.-agregué.
-¿Lo decís por lo
de cantar?-preguntó, sin querer darme la razón del todo.
-En
parte.-respondí haciendo una pausa.-Pero sé que deben haber muchas cosas que
resignaste por él.
Se volvió a
quedar en silencio. Supuse que estaba analizando si mentirme o decirme la
verdad.
-¿O me equivoco?-insistí.
Narra Emma:
Me costaba hablar
de esto con cualquier persona, pero con Santino no tanto. Había como una
especie de confianza ciega que me hacia poder abrirme.
-No, es verdad lo
que decís.-confesé.-Es que sí, yo quiero hacer cambios pero me da miedo.
-A vos lo que te
da miedo es estar sola.-soltó y me quedé dura.
No me podía
conocer tanto. A veces pensaba que Santino me leía la mente. ¿Tendría algún
don? Tonterías. Pero era extraño que una persona que me conocía hace tan poco
me conociera y me entendiera más que cualquiera.
-Puede
ser.-expresé luego de un silencio.-Tal vez busco aferrarme a alguien para no
sentir esa soledad que me aterra.
-¿Vos lo amas a
Benjamín?-se interesó de repente.
Momentos
incómodos y éste. La respuesta que se me pasaba por la mente era decirle que no
y que sentía cosas fuertes por él. Pero claramente no daba.
-No sé si puedo
contestar eso ahora, estamos atravesando una crisis.-contesté finalmente.
Narra Santino:
Intentaba
descifrar sus palabras y lo que trasmitía al mismo tiempo con su mirada. Me
quedé en silencio porque no me conformó su respuesta. Pero tampoco esperaba lo
que me dijo a continuación.
-Tampoco estoy
segura de querer casarme.-agregó.
No supe que
decir. Contuve mis ganas de decirle algo como "No te cases". Y
también descarté la opción "Yo sí puedo hacerte feliz" por
cursi.
-Con respecto a
lo de cantar, mañana con Bruno y Tania vamos a ir a un bar con karaoke.-le
comenté cambiando de tema.
-¿Me estás
invitando?-preguntó.
-Sí.-le respondí.
-¿Y la amiga de
tu hermana no va?-se interesó.
-Cantas muy bien,
y no deberías dejarlo solo para la ducha.-le dije evitando tocar el tema de
Agustina.
-Lo voy a
pensar.-se limitó a responder.
Narra Emma:
El sueño ya se
estaba apoderando de mí. Me acosté y me acomodé bien en el sillón.
-Te dejo
descansar.-me dijo levantándose.-Cualquier cosa estoy arriba.-agregó yéndose.
Lo seguí con la
mirada hasta que llegó al final de las escaleras y desapareció. Cerré los ojos
y me sumergí en un sueño profundo.
Twitter: @janetroseblog
No hay comentarios:
Publicar un comentario