Narra Emma:
Caminé las siete
cuadras que me faltaban para llegar, ya que al taxi en el que viajaba se le
había pinchado una rueda. Me preguntaba si Benjamín ya había llegado. Ingresé
al edificio y llamé al ascensor. Al parecer había quedado abierto en algún
piso, así que no me quedó otra que subir por escalera hasta el quinto. Al abrir
la puerta del departamento me choqué con el bolso de Benjamín. Que costumbre
esa de dejar las cosas a mitad del camino. Lo corrí y me dirigí a la
habitación, donde lo encontré acostado en la cama mirando la televisión.
-Hola amor-me
dijo sin sacar su atención de la caja boba.
-Hola-le dije
apoyando las cosas en una silla que había al lado de la cama.-¿Hace mucho
llegaste?
-No, hace un
rato.-me respondió haciendo una pausa.-¿Vos dónde estabas? ¿No dormiste
acá?-agregó ahora mirándome.
-No, dormí en lo
de Tania.-mentí.-Salimos ayer.-agregué para ver si le daba un poco de celos.
-Ah, está
bien.-me respondió volviendo a mirar la tele.-¿Me preparas unos mates, linda?
-Me estoy yendo a
bañar, no puedo.-le respondí molesta y me dirigí al baño.
Narra Santino:
Me encontraba en
mi habitación leyendo unas cosas de la facultad. Mañana era lunes y había que
volver a la rutina. Estaba concentrado hasta que escuché el ruido de las llaves
y bajé a ver quien era.
Narra Emma:
Bajo la ducha me
invadieron miles de pensamientos. Me molestaba que a Benjamín no le provocara
nada que yo salga y no duerma en casa, al menos podría disimularlo un poco. Al
salir y mirarme al espejo recordé...
Flashback:
-Sos más linda
cuando te reís.-comentó mirándome fijo.-No quiero verte mal, en serio.
Fin del flashback
Sonreí.
Narra Santino:
La vi entrar a
Jazmín con un bolso.
-No tengo
problema con que vengas, pero avísame antes.-le dije acercándome y saludándola.
-Tenes razón, la
próxima te mando un mensajito o te llamo.-me dijo apoyando su bolso por
ahí.-¿Estás ocupado?
-No, ahora no.-le
dije.-Pero antes sí.
-Ah, ¿Lo decías
por lo de hoy?-me preguntó.-No quería molestarte, igual una divina la chica, un
poco distante capaz, pero bien.
-Si, no quiero
opiniones.-le dije.-¿Te quedas a dormir?
-Si, así mañana
voy al colegio desde acá y no me tengo que levantar tan temprano.
-Dale, no hay
problema.-le dije.-Te puedo alcanzar con el auto antes de ir a la facultad.
-Genial,
gracias.-me dijo.-¿Queres que cocine?-agregó sonriendo.
Narra Emma:
Me tomé mi tiempo
para cambiarme y secarme el pelo, hasta que finalmente salí del baño. Fui
directamente a la cocina y me fije que había en la heladera para cenar. A los
segundos apareció Benjamín, quien me corrió para sacar una gaseosa y servirse.
Se llevó el vaso a la mesa y se sentó.
-¿Qué es lo que
te pasa?-me preguntó mirándome.
-Bueno, por lo
menos de algo te das cuenta.-le dije abriendo y volviendo a cerrar la heladera
para mirarlo.-Pensé que ni eso te ibas a dar cuenta.
-Tu cara rebela
todo.-me dijo tomando y dejando el vaso.-Y con el humor que tenes, es imposible
no darse cuenta.
Lo miré mal y me
di vuelta para buscar algo en la alacena, dándole la espalda.
-Mi amor,
hablemos.-me dijo levantándose y acercándose a mi.-¿Hice algo que te
molestó?-agregó haciendo que lo mire.
-Me molesta que
no te importe que no duerma en casa, y que no te de celos que salga cuando
tranquilamente puedo estar con otro.-le expliqué.
-Claro que me
importa donde dormís, es lo primero que te pregunté. Me preocupo por vos.-me
aclaró.-Y lo de los celos creo que no me diste motivos para que me agarren,
aparte confío en vos, tendría que ponerte bien eso.
-Igual, a veces
está bueno que finjas sentir celos, al menos.-le dije sin mirarlo.-Pero no es
lo único que me molesta y que me pone así.
-¿Qué más?-me
preguntó, ya quedándose un poco sin paciencia.
-Que te vayas
casi todas las noches, que nunca podamos tener nuestros momentos porque siempre
tenes que salir corriendo.-le dije angustiada.
-Ay Emma, ese
tema ya lo hablamos ochocientas veces. Y ya te lo expliqué.-me dijo alejándose
y llevando el vaso que estaba en la mesa a la pileta.-Son reuniones de trabajo,
es una responsabilidad, una obligación.
-Siempre, todas
las noches.-le dije irónica.-Y son todos tan obsesivos del trabajo que los
sábados a la noche también trabajan.
-Son negocios
importantes, hay que ocuparse todo el tiempo.-me dijo.-Y ya me cansé de hablar
siempre del mismo tema. ¿Qué estás buscando?-agregó viendo que seguía abriendo
la alacena y la heladera.
-Estoy viendo que
carajo hay para comer, no tuve tiempo de hacer las compras.-le dije enojada y
me fui a la habitación.
Narra Santino:
Mi hermana me cocinó
un pollo a la crema con papas mientras yo terminaba de leer unas cosas de la
facultad. Luego bajé a la cocina y nos sentamos en la mesa.
-Espero que te
guste.-me dijo sirviéndome.
-Cada vez cocinas
mejor vos.-le dije probando la comida.
-¿Estás saliendo
con Valeria?-me preguntó, luego de un silencio.
-No, para
nada.-le respondí.-Fueron un par de chapes, nada más.
-¿Y Emma?-me
preguntó con mirada traviesa.
-¿Emma qué?-le
dije mirándola.
-¿Unos chapes?
¿Una noche?-se interesó.
-Ya te expliqué
que no pasó nada con ella.-le respondí.-Hubo una tormenta, no la pude llevar a
la casa, y la traje acá. Ella durmió en mi habitación, yo en el sillón. Eso.
-Supongamos que
te creo...-acotó.-Igual vi con los ojitos con los que la mirabas. Te gusta.
-Bueno, no te voy
a mentir. Me gusta.-le confesé.-Pero es complicado, se está por casar.
-¿No es muy joven
para casarse?-me preguntó asombrada.
-Sí, la verdad
que sí.-le dije mientras dejaba los cubiertos porque ya estaba satisfecho.-Pero
el problema es que no es una relación que le haga bien, ni siquiera quiere
tocar el tema del casamiento.
-Claro, es raro
eso.-me dijo mientras tomaba agua.-¿Y vos que papel pensas jugar en toda esta
historia?
La miré
extrañado.
-Me refiero a que
si vas a jugar el papel de amigo, el de psicólogo, el de futuro novio, el de
amante tal vez...-me empezó a decir mientras yo la seguía mirando con la misma
expresión.-¿Cuál tenías en mente?
Me reí, me
causaba gracia su manera de decir las cosas. Y aunque a veces me daba ganas de
matarla, otras me gustaba hablar con ella.
-No pretendo
ocupar ningún papel específico. De hecho ella me sigue viendo como apenas un
conocido.-le respondí después de un silencio.-A mí,en realidad, lo único que me
importa es ayudarla y verla bien.
-Y si le sacas un
par de besos y un poco de amor, mejor, ¿no?-acotó mientras levantaba los
platos.
-Mejor hablemos
de tus amores. Vení, sentate y contame.-le dije.
-Ni lo sueñes.-me
dijo dándome la espalda y comenzando a lavar.
-Deja eso y
hablemos de ese tal Leandro que te firma el Facebook.-le insistí.
-Tengo que
terminar de lavar e irme a dormir para descansar bien para mañana.-se apuró a
responder.
-Sí, hacete la
que cambias de tema.-le dije levantandome de la mesa.-Me voy arriba, si queres
deja todo como está y mañana lavo yo. Anda a descansar.-le dije saludándola.-Te
quiero.
Narra Emma:
Me encontraba
parada en la ventana de la habitación mirando el anochecer.
-Amor, no quiero
que peleemos.-me dijo Benjamín acercándose y agarrándome por detrás.-¿Queres
que pidamos delivery?
-Bueno, decime
que queres y llamo.-le dije soltándome y corriéndome de la ventana.
-Llamo yo, no te
preocupes.-me dijo.-Te prometo que voy a intentar no irme tanto de
noche.-agregó mirándome.
-Nunca
cumplís.-le dije mirándolo.-Y yo quiero saber si va a ser siempre así, porque
cuando tengamos hijos por ejemplo, ¿cómo vamos a ser?
-A nuestros hijos
nunca les va a faltar nada.-se limitó a responder.
-No hablo de lo
material.-acoté molesta.-Hablo de que quiero para mis hijos un padre presente y
que me ayude.
-Voy a estar,
tanto para vos como para nuestros futuros hijos.-me dijo sin mirarme.-Llamo al
delivery.-agregó agarrando el teléfono.
Narra Santino:
Ya acostado en la
cama, intentando conciliar el sueño, me vinieron imágenes de Emma a la mente.
Sabía que no era bueno involucrarme con una mujer que se estaba por casar, pero
no podía evitar sentir tantas cosas cuando la miraba a los ojos y la tenía
cerca.
Twitter: @janetroseblog
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