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sábado, 25 de enero de 2014

Capítulo doce


Narra Emma:

Salí del edificio como si me estuviera escapando de un delito que acababa de cometer. Frené un taxi y me fui a la casa de mi mejor amiga. Tania seguía viviendo con los padres y su hermano de 5 años. Al tocar el timbre me encontré con la madre, quien abrió la puerta y al verme me abrazó. Debió haber notado mis ojos rojos del llanto. Subí rápido las escaleras que se encontraban al lado del living y me dirigí a la habitación de Tania. Se encontraba viendo unas cosas en la computadora.

-Emma-dijo al verme.-¿Qué pasó, amiga?-agregó al darse cuenta de mi rostro.

-Discutí con Benjamín. Estoy harta de él, de la situación, de todo.-le conté dejando la cartera y sentándome en su cama.

-¿Por lo mismo de siempre?-me preguntó, apagando la computadora y sentándose en el piso, enfrentada a mí.

-Sí, me cansé de que no me valore y que se piense que el centro del mundo es él. A mi también me pasan cosas.-le expliqué.

-Y sí, yo te lo vengo diciendo hace meses, pero vos no me escuchas.-me reprochó.-¿Y él que dijo?

-No mucho.-le respondí.-Encima se quedó alterado porque me fui cuando le dije que no sabía si quería casarme.

-Ah, no fue una simple discusión entonces. Fue más fuerte.-acotó con asombro-¿Y vos cómo te sentís con esta pelea?

-No sé, tengo una mezcla de sentimientos que ni yo sé como me siento.-le contesté suspirando.-Por un lado me siento aliviada pero por otro estoy triste.

-Igual no fue una decisión asegurada lo de que no te vas casar, ¿o si?-se interesó.

-Te pondría contenta que no me case a vos.-acoté.-Pero no sé, por ahora no quiero pensar en eso y tampoco quiero hablar con él.

-No es que me ponga contenta, es que quiero lo mejor para vos.-me explicó.-Ahora estás confundida, necesitas estar un tiempo lejos de él y pensar que es lo que queres para tu vida.

-Sí, el problema es que me queda una semana.-le recordé.

-Pero si necesitas más tiempo, lo pospondrás al casamiento. Pero no hagas nada de lo que después te puedas arrepentir.-me aconsejó.

-Gracias, amiga. Necesitaba hablar con vos.-le expresé.-¿Me das un abrazo?-agregué poniendo cara tierna.


Narra Santino:

Me hallaba en el gran salón que habíamos alquilado con los de fútbol para la fiesta. Estábamos ordenando todo para la noche.

-Los chicos invitaron a las minitas de las previas.-me comentó Bruno, mientras movíamos unas mesas.

-¿Incluye a Valeria?-pregunté, aunque la respuesta era obvia.

-Sí, igual te la podes chapar un rato, está buena la rubia.-me respondió.-Yo tengo miedo que la morocha me venga a molestar mientras estoy con Tania.

-Es insoportable Valeria, me acosa.-acoté.-Si te ve con Tania no creo que se te acerque, no es tan idiota.

-¿Te acosa? No seas maricón.-me dijo.-Espero que ni se me acerque, de última ayúdame a sacármela de encima.

-Bueno, pero vos ayúdame con Valeria también. Porque voy a estar con otra chica.-le expliqué.

-¿Con Emma?-se interesó.

-No, Emma no viene creo.-le dije.-Invité a una amiga de mi hermana.

-Apa.-expresó.-Pero wait, ¿cuál de tus hermanas?-agregó, pensando.

-Amiga de Jazmín.

-Pero Jaz, ¿cuantos años tiene?-preguntó preocupado.

-17-le contesté.-Pero la amiga 18, ya es mayor de edad.

-No, chau. Sos un violador.-me dijo riéndose y yendo a preparar la barra.


Narra Emma:

Cené en lo de Tania. Me comentó que iba a ir a la fiesta que organizaban los de fútbol, ella iba por Bruno. Me insistió para que la acompañara y le dije que sí. No sé por qué pero tenía ganas de ver a Santino. Me prestó ropa, ya que sólo traía lo puesto y no daba ir así. Nos maquillamos, peinamos y nos fuimos para el lugar.


Narra Santino:

Las personas comenzaban a llegar. Era una noche que prometía. Entre la multitud vi llegar a mi hermana y a Agustina. Esta última llevaba puesto un vestido apretado negro corto, el cual lucía sus largas y delgadas piernas. Al verme se acercaron.

-Que buenos que están tus amigos de fútbol.-me comentó Jazmín, con sus ojos perdiéndose en cada uno de los chicos.

-¿Perdón?- expresé mirándola fijo.

-No, digo que son buenos, amables. No pienses mal.-quiso aclararme.

-Si, claro.-le dije irónico.-Mejor anda yendo.

-Me voy porque huelo a hermano cuida.-agregó yéndose sola por ahí.

Pensé que Agustina iba a irse atrás de ella, pero se quedó conmigo.

-¿Queres un trago?-le ofrecí y al ver que asintió, nos dirigimos a la barra.


Narra Emma:

Llegamos y por supuesto, a la primer persona que buscamos fue a Bruno. Por suerte no nos costó mucho encontrarlo. Nos acercamos y nos pusimos hablar. Yo miraba para todos lados para ver si veía a Santino. Luego de un rato lo vi. Llevaba puesto un pantalón blanco y una remera negra con letras. Estaba acompañado por una chica alta muy linda.


Narra Santino:

En un rincón del salón me hallaba conversando con Agustina, mientras tomábamos unos tragos. De repente miré a un sector y la vi a Emma, con Bruno y Tania. En un momento la parejita feliz comenzó con sus demostraciones de amor, y Emma se alejó.

-¿Me bancas un segundo?-le pregunté a Agustina.-Ya vuelvo.

Fui esquivando a la gente yendo hacia donde estaba Emma. Llegué y la saludé.

-No sabía que venías.- le comenté.- ¿Estás sola?

-Estaba con Tania y Bruno, pero los dejé solos.-me respondió.

-Claro, si no sos día Jueves.-acoté y me reí.-Es el día que está en el medio de la semana.-agregué al ver que no había entendido.

-Pero ese es el miércoles.-me dijo.

-No, el miércoles está en el medio cuando no se cuenta el fin del semana.-le expliqué.- En fin, fue solo un comentario.

-Sí, igual entendí que lo dijiste por estar en el medio de la parejita.-me dijo y se río.-¿Vos viniste acompañado?

-Algo así.-le respondí.- Invité a una amiga de mi hermana.

-Ah, está bien.-acotó.

-Me voy a buscar otro trago a la barra, nos vemos.- le dije y me retiré.


Narra Emma:

Me quedé sola inmóvil en medio de un montón de personas bailando al ritmo de la música. Observé la pista y en un sector vi a Bruno y a Tania a los besos. Luego en otra parte se encontraba Santino bailando con la chica, que parecía menor que él. Podía ver como ambos se reían y sus miradas tenían una cierta conexión. Quería dejar de mirar, pero no podía evitarlo. ¿Realmente sentía celos? Me hallaba más confundida de lo que pensaba. Fui pidiéndole permiso a la gente y alejándome lentamente de la pista.


Narra Santino:

La estaba pasando bien con Agustina. Además de linda, era una mujer divertida y contagiaba alegría. En un momento mi vista se desvió a un rincón y la vi a mi hermana bailando muy cerca con uno de los chicos que jugaba al fútbol conmigo. Él se acercaba cada vez más a ella.

-Déjala, sabe cuidarse sola.-me comentó Agustina, al ver lo que estaba mirando.

-Tenes razón.-acoté dejando de mirar.-Vamos a hablar afuera más tranquilos.-agregué agarrándola de la mano.

Nos dirigimos a una especie de terraza que tenía el salón. Ahí podíamos hablar tranquilos, sin tener que forzar la voz por la música.

-¿La estás pasando bien?-le pregunté.

-Sí, muy buena la fiesta.-me respondió.-¿Soy buena compañía?-agregó luego de un silencio.

-Por supuesto.-le contesté.-Muy buena compañía.-agregué y sonrío.

-Me alegro entonces.-acotó.

-¿Estás de novia?-me interesé de repente.

-No, ¿vos estás de novio?-me respondió mirándome a los ojos y acomodándose el pelo.

-No.-le contesté acercándome más a ella.-¿Te dije que estás muy linda?

-Y vos sos lindo.-me dijo y sonrío.

-No hablemos más.-le dije rompiendo con la poca distancia que nos separaba y besándola. 


Narra Emma:

La música me estaba aturdiendo. Vi a los lejos la terraza y me empecé a acercar para tomar un poco de aire. Pero cuando llegué me quedé helada al ver a Santino besándose con esa chica. Tragué saliva y me fui alejando lentamente. Estallaba de celos.


Narra Santino:

Llegó el fin de fiesta y las personas comenzaron a retirarse lentamente del salón. Me encontraba en el medio del lugar bailando ridículamente con algunos de mis amigos  la música electrónica que puso Bruno, hasta que algunos de los que estaban acomodando todo me pidieron que los ayudé porque los demás tenían tanto alcohol en la sangre que no se podían mover. Luego saludé a mi hermana y a Agustina que las había venido a buscar el padre de esta última.


Narra Emma:

Ya se habían ido casi todos. Sólo quedábamos Tania, yo y los del equipo de fútbol de los chicos. Miré para un costado y vi como Santino se acercaba a nuestra dirección.

-Tania genia.- le dijo saludándola.- ¿Te gustó la fiesta?

-Sí, estuvo muy buena.- le respondió.- ¿Recaudaron mucho?
-No hicimos las cuentas todavía, pero creo que sí.- le contestó, y me seguía ignorando.

-Voy a ver en qué anda Bruno.- dijo Tania alejándose.

Me quedé sola con Santino. Hubo un silencio y nos miramos.

-¿Todo bien con tu invitada?.- le pregunté de repente.

-¿Te referís a la amiga de mi hermana?.- acotó.- Sí, todo genial.

-¿Qué onda?.-me interesé.- ¿Te gusta?.- y al instante me arrepentí de lo dicho.


Narra Santino:

La notaba molesta con el tema, parecía celosa.

-¿Es una escena de celos?.- pregunté y la miré extrañado.

-No, nada que ver.- me respondió.- ¿Por qué debería estar celosa?.- y su nerviosismo la deschavaba.

-Emma, mira.- le dije mirándola a los ojos.- Vos a mí me gustas, pero te estas por casar y no quiero estar en el medio.


Narra Emma:

Le estaba por contestar que no sabía si me iba a casar y confesarle lo que sentía, pero de repente apareció Tania e interrumpió la conversación.

-Está Benjamín afuera.- me comentó.- Parece que llamó a una de las chicas y averiguó que estabas acá.

-¿Tu futuro marido?.- se interesó Santino, mirándome.

No respondí y me fui a encontrarme con Benjamín.



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