Narra Emma:
Preparamos el
almuerzo los dos juntos, éramos un buen dúo. Estaba feliz de poder pasar todo
el día con él. Me hacía reír, me cuidaba y me valoraba.
Luego de comer
nos quedamos haciendo sobre mesa y hablando un largo rato. Hasta que subimos a su
habitación con la intención de dormir una siesta.
Narra Santino:
Emma se quedó
dormida sobre mi pecho. Estaba apunto de cerrar los ojos cuando el ruido del
timbre me descolocó. Salí de la habitación cerrando la puerta y bajé a
averiguar quien era.
-¿Qué es esa cara
de dormido, hermano?-me preguntó Bruno apenas le abrí la puerta e ingresó.
-Estoy bien.-le
dije.-¿A vos que te pasa que estás tan contento?-agregué mirándolo extrañado.
-La vida es
bella, amigo.-me dijo abrazándome.-Destapa unas cervezas, dale.-agregó
sentándose en el sillón.
Me dirigí a la
cocina para buscar unas cervezas en la heladera. Las destapé mientras miraba
como Bruno hablaba en tono acelerado y tenía una felicidad inexplicable en el
rostro.
-¿Qué te pasa?-me
interesé sin entender nada.
-Tengo LA noticia
eh.-me dijo agarrando la botella.
-No des tantas
vueltas.-le pedí.-Decime.
-Voy a ser
papá.-me dijo y abrí los ojos como platos.
-¿Qué?-le
pregunté asombrado.-¿Embarazaste a Tania?
-No, era un
chiste.-me respondió y sonrió.-Te asustaste. Era para que te despertaras.
-Dale,
pelotudo.-le pegué en el brazo.
-¿Estás
preparado?-me dijo mirándome serio.
-¡Bruno!-le grité
y luego recordé que Emma estaba durmiendo y bajé la voz.-¿Me podes decir?
-Vamos a cumplir
nuestro sueño.-me dijo entusiasmado.-¿Entendes?-agregó mirándome con una
sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué sueño?-me
interesé sin caer en lo que hablaba.
-Nuestro sueño,
Santino.-me respondió serio por mi actitud.-Nos eligieron a los dos para ir a
jugar un mes a Madrid.
-Decime que no es
una broma-le dije y negó con la cabeza.-¡Vamos carajo!-dije con emoción y lo
abracé.
Hace años que nos
estamos preparando y teníamos como sueño en común que algún día nos elijan para
ir a jugar al exterior. Y que justo nos hayan elegido a los dos, multiplicaba
la emoción. Compartir esa experiencia con mi mejor amigo no tenía precio.
Me quedé hablando
con Bruno hasta que recordó que me había prestado unos CDs y se encaminó a la
escalera.
-¡Para!-lo frené
poniéndome adelante antes de que llegue a subir las escaleras.-¿A dónde vas?
-A tu habitación
a buscar los CDs que te presté el otro día.-me respondió insistiendo en subir.
-No podes
subir.-le dije.
-¿Por
qué?-preguntó e hizo una pausa y puso cara pícara.-¿Estás con una minita?
-Estoy con alguien.-le
respondí.-Está dormida.
-Que ganador, la
dejaste muerta.-acotó y se río.-¿Quien es?
Rodee los ojos.
Puse mis manos en sus hombros para que no avance.
-¿La
conozco?-insistió.-Déjame ir a ver.
-Basta.-le dije
firme.-Quédate acá, ya te los traigo.
Entré a la
habitación y observé a Emma que seguía durmiendo. Era hermosa hasta
dormida.
Recordé qué había
ido a buscar y agarré los CDs que reposaban en el escritorio.
-Acá están.-le
dije bajando las escaleras.-Gracias por prestármelos.-agregué dándoselos.
-¿Quien es la
minita?-se interesó mirándome divertido.
-Que pesado que
sos.-acoté.
Comenzó a sonar
su celular y atendió. Al parecer era Tania.
-Te salvas porque
tengo que ir a ver a mi novia.-me dijo señalándome.
-Anda
tranquilo.-le dije acompañándolo hacia la puerta.
-Ya voy a
averiguar quien es.-me advirtió antes de irse y me reí al mismo tiempo que
negué con la cabeza.
Cerré la puerta y
me fui a sentar al sillón. No podía dejar de pensar en lo de Madrid, realmente
era un sueño que se iba a hacer realidad.
Twitter: @janetroseblog
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