Narra Emma:
Al rato que
llegué al departamento apareció Benjamín, que venía a dejar el bolso y a buscar
unos papeles.
Cuando se estaba
por volver a ir lo frené.
-Quiero que
hablemos.-le dije y suspiró.
-Te escucho.-me
dijo.
-Estuve pensando
en nosotros y lo del casamiento...-comenté y tragué saliva.
-¿Y?-me
preguntó.-¿Llegaste a una decisión?
-Quiero casarme
con vos.-le respondí con la voz temblorosa.
Su cara se
iluminó y esbozó una leve sonrisa. Avanzó unos pasos, acercándose más a mí.
-Que alegría me
da escuchar eso.-acotó pero no expresaba lo mismo que sus palabras.
-Ahora voy a
llamar a todos los invitados para confirmarles lo de mañana.-le dije.-Y también
a la maquilladora, peinadora y a los del catering.
-Perfecto.-dijo y
sonrió.-Te voy a ser feliz.-agregó y me dio un beso.
Se retiró. Sólo
esperaba no estar tomando la peor decisión de mi vida.
Narra Santino:
Me
encontraba feliz. Estudié un rato hasta que vinieron Bruno y Tania a merendar.
Los hice pasar y nos dirigimos a la cocina.
-Se te ve bien a
vos, como demasiado contento.-me comentó Bruno.-¿Algo para contarnos?
-Simplemente
estoy contento.-respondí.
-Bueno, está re
bien eso.-acotó Tania al mismo tiempo que se sentaba y abría el paquete de
medialunas que había traído.
-Ustedes, ¿todo
bien?-me interesé agarrando una medialuna.
-Sí, en un rato
tengo que terminar de organizar lo de hoy a la noche. Le hacemos la despedida
de soltera a Emma.-comentó y abrí los ojos como platos y miré a Bruno.
-Parece que se
casa mañana al final...-apenas dijo y me atraganté.
-¿Qué? ¿Cómo que
se casa?-me interesé luego de tomar un vaso de agua y evitar ahogarme.
-Sí. Se arregló
con Benjamín y volvió a poner en marcha el casamiento.-me respondió Tania.-Yo
no la noto muy segura pero ya intenté hablarle y no me hace caso.
Seguimos hablando
de otros temas pero yo me había quedado colgado con lo de Emma. De pronto todo
se había derrumbado y la alegría con la que me había despertado se había
esfumado.
Narra Emma:
Mi padre me llamó
para decirme que se alegraba mucho por la decisión que había tomado. Y no dejó
pasar el comentario de que él había influido y que le tenía que agradecer por
los consejos. Y sí, hasta en mi casamiento quería ser el protagonista.
Narra Santino:
Tania se fue y Bruno
decidió quedarse un rato más. Supongo que notó mi cambio de humor, aparte él
sabía sobre mis sentimientos hacia Emma.
Levanté todo de
la mesa y lavé. Bruno se acercó a ayudarme y luego nos dirigimos al living.
-Perdón. No
quería que te enteraras de esa manera.-se intentó disculpar Bruno mientras yo
seguía en un estado de shock.
-No fue tu
culpa.-me limité a decir y me senté en el sillón.
-De todas formas
era algo que ya se sabía que iba a pasar.-me dijo sentándose.-Eras consciente
que se iba a casar, hermano.
-Tenía la
esperanza de que el casamiento se cancelara definitivamente.-le dije.
-¿Y viniera
corriendo a tus brazos?-preguntó, delirándome.-Sabías perfectamente como eran
las cosas.
-¿Estás
invitado?-me interesé de repente.
-¿Al casamiento? Si,
voy como acompañante de Tania.-me contestó.
Me quedé callado.
-No pretendías
que te invitara, ¿no?-me preguntó en tono obvio.
-No.-le dije e
hice una pausa.-Pero voy a ir igual.
-No, no. Santino,
por favor.- me dijo.-No compliques las cosas y olvídate de todo.
Me quedé
pensativo unos segundos.
-¿En qué momento
decidió Emma lo del casamiento?-me interesé.-¿Cuándo le aviso a Tania que al
final se hacía?
-Le mandó un
mensaje ayer a la noche y hoy a la mañana la llamó para contarle
bien.-respondió y me recorrió un sentimiento de bronca.
Ahora me cerraba
todo. Había venido a mi departamento ya sabiendo que se iba a casar. Hizo el
amor conmigo como modo de despedida. Me empecé a poner nervioso. No entendía
como fue capaz de no decirme nada. Tenía mucha bronca y mucha tristeza al mismo
tiempo.
-Amigo, no vale
la pena que te pongas así por una chica.-me dijo al ver mi estado.-Ni siquiera
pasó nada entre ustedes.
Quería sacarme y
contarle todo lo que sí había pasado entre nosotros, pero no iba a romper el
pacto.
-No me la quiero
agarrar con vos, necesito que te vayas.-le pedí.-Quiero estar solo.
Me miró negando
con la cabeza y luego se fue. Lo miré desde el sillón como caminaba hasta la
puerta y desaparecía.
Agarré el
celular, marqué el número de Emma y estuve a punto de llamar pero luego tiré el
celular por ahí.
Twitter: @janetroseblog
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