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miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo veintisiete


Narra Emma:

Al rato que llegué al departamento apareció Benjamín, que venía a dejar el bolso y a buscar unos papeles.
Cuando se estaba por volver a ir lo frené.

-Quiero que hablemos.-le dije y suspiró.

-Te escucho.-me dijo.

-Estuve pensando en nosotros y lo del casamiento...-comenté y tragué saliva.

-¿Y?-me preguntó.-¿Llegaste a una decisión?

-Quiero casarme con vos.-le respondí con la voz temblorosa.

Su cara se iluminó y esbozó una leve sonrisa. Avanzó unos pasos, acercándose más a mí.

-Que alegría me da escuchar eso.-acotó pero no expresaba lo mismo que sus palabras.

-Ahora voy a llamar a todos los invitados para confirmarles lo de mañana.-le dije.-Y también a la maquilladora, peinadora y a los del catering. 

-Perfecto.-dijo y sonrió.-Te voy a ser feliz.-agregó y me dio un beso.

Se retiró. Sólo esperaba no estar tomando la peor decisión de mi vida.


Narra Santino:

 Me encontraba feliz. Estudié un rato hasta que vinieron Bruno y Tania a merendar. Los hice pasar y nos dirigimos a la cocina.

-Se te ve bien a vos, como demasiado contento.-me comentó Bruno.-¿Algo para contarnos?

-Simplemente estoy contento.-respondí.

-Bueno, está re bien eso.-acotó Tania al mismo tiempo que se sentaba y abría el paquete de medialunas que había traído.

-Ustedes, ¿todo bien?-me interesé agarrando una medialuna.

-Sí, en un rato tengo que terminar de organizar lo de hoy a la noche. Le hacemos la despedida de soltera a Emma.-comentó y abrí los ojos como platos y miré a Bruno.

-Parece que se casa mañana al final...-apenas dijo y me atraganté.

-¿Qué? ¿Cómo que se casa?-me interesé luego de tomar un vaso de agua y evitar ahogarme.

-Sí. Se arregló con Benjamín y volvió a poner en marcha el casamiento.-me respondió Tania.-Yo no la noto muy segura pero ya intenté hablarle y no me hace caso.

Seguimos hablando de otros temas pero yo me había quedado colgado con lo de Emma. De pronto todo se había derrumbado y la alegría con la que me había despertado se había esfumado.


Narra Emma:

Mi padre me llamó para decirme que se alegraba mucho por la decisión que había tomado. Y no dejó pasar el comentario de que él había influido y que le tenía que agradecer por los consejos. Y sí, hasta en mi casamiento quería ser el protagonista.


Narra Santino:

Tania se fue y Bruno decidió quedarse un rato más. Supongo que notó mi cambio de humor, aparte él sabía sobre mis sentimientos hacia Emma.
Levanté todo de la mesa y lavé. Bruno se acercó a ayudarme y luego nos dirigimos al living.

-Perdón. No quería que te enteraras de esa manera.-se intentó disculpar Bruno mientras yo seguía en un estado de shock.

-No fue tu culpa.-me limité a decir y me senté en el sillón.

-De todas formas era algo que ya se sabía que iba a pasar.-me dijo sentándose.-Eras consciente que se iba a casar, hermano.

-Tenía la esperanza de que el casamiento se cancelara definitivamente.-le dije.

-¿Y viniera corriendo a tus brazos?-preguntó, delirándome.-Sabías perfectamente como eran las cosas.

-¿Estás invitado?-me interesé de repente.

-¿Al casamiento? Si, voy como acompañante de Tania.-me contestó.

Me quedé callado.

-No pretendías que te invitara, ¿no?-me preguntó en tono obvio.

-No.-le dije e hice una pausa.-Pero voy a ir igual.

-No, no. Santino, por favor.- me dijo.-No compliques las cosas y olvídate de todo.

Me quedé pensativo unos segundos.

-¿En qué momento decidió Emma lo del casamiento?-me interesé.-¿Cuándo le aviso a Tania que al final se hacía?

-Le mandó un mensaje ayer a la noche y hoy a la mañana la llamó para contarle bien.-respondió y me recorrió un sentimiento de bronca.

Ahora me cerraba todo. Había venido a mi departamento ya sabiendo que se iba a casar. Hizo el amor conmigo como modo de despedida. Me empecé a poner nervioso. No entendía como fue capaz de no decirme nada. Tenía mucha bronca y mucha tristeza al mismo tiempo.

-Amigo, no vale la pena que te pongas así por una chica.-me dijo al ver mi estado.-Ni siquiera pasó nada entre ustedes.

Quería sacarme y contarle todo lo que sí había pasado entre nosotros, pero no iba a romper el pacto. 

-No me la quiero agarrar con vos, necesito que te vayas.-le pedí.-Quiero estar solo.

Me miró negando con la cabeza y luego se fue. Lo miré desde el sillón como caminaba hasta la puerta y desaparecía.
Agarré el celular, marqué el número de Emma y estuve a punto de llamar pero luego tiré el celular por ahí.



Twitter: @janetroseblog

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